Sorpresa para todos. La infanta Elena celebró su 60 aniversario el pasado miércoles 20 de diciembre en un conocido restaurante de Madrid. Su intención era reunir a toda su familia para una fecha tan importante y realmente lo consiguió. Todos recibieron su invitación hace semanas. En un principio pensaban celebrar este día en Zarzuela, pero ella lo veía demasiados encorsetado, eso dice la fuente oficial porque hay muchos que creen que Letizia estaba detrás de este cambio de última hora. Si venía Juan Carlos no podía celebrarse en palacio porque no puede pisarlo.
Las visitas de Juan Carlos tienen que ser normales para facilitar su regreso permanente
Felipe VI quiere aparentar total normalidad con los viajes de su padre. En este último año ha aparecido por España hasta en siete ocasiones. Otras dos a Londres, un par de Ginebra y una a París. Cada vez pasa menos tiempo en Abu Dabi y es que no piensa quedarse para siempre. Ya no pesa ningún cargo sobre él y no entiende por qué debe permanecer en el exilio. Su intención es instalarse en España hasta el fin de sus días, y el actual rey empieza a mover los hilos con cautela. Le pide que viaje con total libertad pero siempre con discreción, no quiere que sea el foco mediático.
El rey le ha dado autorización para asistir al cumpleaños de su hija Elena, pero le ha puesto varias normas inquebrantables. Se le ha pedido que no se haga fotografías con nadie, y mucho menos con ellos. Juan Carlos ha cumplido. Los periodistas solo le han retratado a la entrada al restaurante, a su llegada al aeropuerto y a su marcha despidiéndose con un saludo viral con la infanta Elena. También se le ha prohibido uno de sus mayores deseos y es tal vez lo que más daño le ha hecho. No le dejan quedarse por Navidad en Madrid, tampoco estar presente en la inauguración del Santiago Bernabéu. No lo quieren en Madrid en unas fechas tan señaladas. Mucho menos en Zarzuela, que como bien sabe no podrá pisarla nunca más. Por este motivo, en esta ocasión tampoco ha pernoctado en palacio. Se ha marchado al terminar el almuerzo familiar con destino a Ginebra, donde pasará unos días con la infanta Cristina y arreglará los últimos flecos del divorcio que ya se habría firmado.