Felipe VI ha celebrado este año sus diez años de reinado tras su proclamación y la abdicación de Juan Carlos I a la fuerza. El emérito tenía intenciones de fallecer en el cargo, como hizo la reina Isabel II, pero sus polémicas no se lo permitieron. O su hijo actuaba en consecuencia rápidamente, o la corona en España tendría las horas contadas. Nadie confiaba en el marido de la reina Sofía, había perdido toda la credibilidad y los ciudadanos no querían una monarquía. Los actuales reyes recuperaron la confianza de la ciudadanía y con Leonor han seguido una estrategia que les ha funcionado y les garantiza la estabilidad durante décadas, por ahora.
El monarca ha desvinculado totalmente a Leonor del apellido Borbón, aconsejado, lógicamente, por Letizia, quien ha movido siempre los hilos en Zarzuela desde su nombramiento como reina. Ya nadie vincula a la princesa con Juan Carlos I. Esto hace que la joven apruebe con nota y reciba una buena crítica a nivel internacional. Por este motivo, Felipe y Letizia no quieren al abuelo cerca de la niña públicamente nunca más. Leonor solo estará presente en el entierro de Juan Carlos.
Juan Carlos I sabe que cada vez está más mayor y sus días se acortan, su deseo es poder volver a España de forma indefinida, aunque reconoce que vivir fuera de las fronteras le ayuda a su millonario patrimonio, ya que no pasa por las manos de la Hacienda Pública. Sin embargo, morir fuera de España sería una deshonra para él. Teme que eso suceda, y por eso quiere instalarse de nuevo en Madrid, pero no podrá hacerlo nunca más en Zarzuela.
Felipe VI hará un homenaje a Juan Carlos I cuando fallezca
Felipe VI exilió a Juan Carlos en agosto de 2020, cuando la situación se hizo insostenible y pasó la pandemia. El emérito se instaló en Abu Dabi, donde tiene grandes amistades y cuenta con todas las comodidades. Durante el primer año no apareció ni una sola vez por España, se perdió todos los compromisos, incluso las regatas. Sin embargo, un año más tarde empezó a verse por Sanxenxo, Vitoria, o Ginebra. La intención del actual rey era que los viajes de su padre no generaran una gran expectación. Algo que ha sucedido este último año si no apareciesen cada día noticias sobre él.
El rey ha intentado desvincularse totalmente de Juan Carlos públicamente, pero eso no quiere decir que no sienta tristeza y dolor al tenerle tan lejos y no poderle ver todos los días como a la reina Sofía. Su padre es muy mayor y él es consciente de que le quedan pocos años de vida. Se está perdiendo muchos momentos a su lado, no le está viendo envejecer. Felipe VI quiere a su padre por encima de todas las cosas, pero el deber viene siempre antes que el querer en la institución.
El monarca tiene todo preparado para el día que Juan Carlos I fallezca, incluso el comunicado que emitirá a los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales y el discurso público que concederá, y en todos ellos solo tiene palabras de agradecimiento como padre y como monarca.