Felipe VI ya no estaba dispuesto a romper otra relación por sus padres. En 2003 les presentó a Letizia, a quien conoció en una cena que organizó en su casa Pedro Erquicia. Cuando la investigaron conocieron que era una plebeya, divorciada, de padres separados y presentadora de informativos. Solo le auguraban un mal futuro a la monarquía. Juan Carlos y Sofía obligaron a su hijo a separarse, pero él se negó y antepuso el amor a la corona, estaba dispuesto a renunciar a la futura Jefatura del Estado, toda una humillación pública, así que no les quedó más remedio que ceder.
Sin embargo, Letizia podría no haber sido la reina de España si Felipe hubiese actuado exactamente igual con alguna de sus anteriores parejas. Aunque su amor de adolescencia lo vivió en Washington con Gigi Howard, las novias más populares del actual rey fueron Isabel Sartorius y Eva Sannum.
Eva Sannum y Felipe vivieron su relación en la más estricta intimidad. Nunca se confirmó que fuesen pareja, aunque cuando rompieron Casa Real pidió respeto por ambos. “Solo hay lo que se ve”, explicaron desde Zarzuela. Estuvieron juntos cuatro años. El príncipe de Asturias se reunió con doce periodistas y se sinceró con ellos. “La decisión ha sido tomada libremente, de mutuo acuerdo y conjuntamente”. Quería romper con todos los rumores que acechaban a Juan Carlos y Sofía como los culpables de la ruptura.
Felipe apareció en una reunión con periodistas
“Quiero dejar claro que la decisión la hemos tomado con libertad y desde la intimidad. La relación no ha prosperado y punto”, zanjó el Borbón, apostillando también que “nunca hubo compromiso y no lo habrá ningún compromiso que anunciar en el futuro”.
Mábel Galaz, una de aquellas periodistas, narra como fue aquel inesperado encuentro. "Se sentó a mi lado, e hizo oficial algo que nunca reconoció hasta ese momento, y es que Eva Sannum había sido su novia. Nos lo dijo con lágrimas en los ojos, que Eva y él habían decidido poner fin a su relación", indicó.
"Sabíamos que cuando dijo que Eva y él habían terminado su relación, era lo que le estaba tocando decir. Él estaba enamoradísimo, porque estaba hecho polvo", expresó la periodista, tras lo que Benjamín Prado subrayó que era el propio rey Juan Carlos "el que organizaba reuniones con periodistas para desprestigiar a las novias del príncipe".