Felipe y Letizia llevaban varios meses haciendo vidas separadas. No obstante, esta semana no les ha quedado más remedio que fingir y demostrar ser un matrimonio muy bien avenido. Tal vez en Holanda no se han hecho eco de la supuesta infidelidad de la reina al rey con Jaime del Burgo durante varios años. Algo que sucedió cuando la madre de Leonor y Sofía se casó con el futuro rey de España y se convirtió en princesa de Asturias. Se vio sobrepasada por la situación, la presión mediática, y buscó consuelo en un viejo amigo. Según el abogado, él y Letizia habían mantenido una relación a principios de los 2.000.
Esta historia podría recordar un poco a la de Guillermo y Máxima de Holanda pero a la inversa. El entonces príncipe también engañó a su futura mujer con su ex. Mientras ella se preparaba para ser reina, él se veía con su ex a escondidas. Y lo hizo en varias ocasiones. Se arrepintió y cuando la argentina se marchó a su país para no volver más, el hijo de la reina Beatriz le dio una sorpresa apareciendo en su casa ante su familia con un anillo con el que le pidió matrimonio.
La historia de Felipe y Letizia es distinta. Ellos tenían claro que no había nada que hacer, y es que el rey siempre ha estado muy enamorado de la reina, pero no puede tolerar una mentira. No se esperaba esta traición y humillación. Desde entonces la relación entre ellos se ha convertido en un infierno. No se soportan y no pueden verse. Ya dormían en habitaciones separadas en el Pabellón del Príncipe, pero para no cruzarse por los pasillos, la reina decidió marcharse al edificio colindante del palacio de Zarzuela, donde se realizan la mayoría de recepciones por sus amplios salones.
El favor que han pedido los reyes a Guillermo y Máxima de Holanda
Felipe y Letizia se toleran cuando tienen un compromiso institucional, no les queda más remedio que mostrar unidad por el bien de la corona. Casa Real les obliga a permanecer juntos. La reina quería divorciarse, pero no se lo consintieron, hubiese sido un escándalo. Por este motivo, optaron por el cese de la convivencia siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía.
Peor es cuando tienen un viaje de Estado, como el actual, en los Países Bajos. Los reyes de Holanda les han cedido para estos dos días el palacio real de Ámsterdam, pero también han pedido dormir en habitaciones separadas, menos mal que hay de sobras. Solo se ven en el momento de salir del recinto, a veces incluso llegan en coches separados, simulando que se trata de protocolo.