Este viernes, la entrega de los Premios Princesa de Asturias se presenta como uno de los eventos anuales más importantes para la familia real española. Será también un momento de protagonismo especial para la princesa Leonor, quien ofrecerá su discurso como mayor de edad por primera vez en el Teatro Campoamor de Oviedo. Pero, tras las apariencias oficiales de cordialidad y unión, algunos detalles ponen de relieve una situación personal menos idílica entre los reyes Felipe VI y Letizia.
Se espera que la ceremonia sea un espectáculo en el que los reyes, como cada año, mantendrán la compostura y el protocolo. Sin embargo, tras las cámaras, diversas fuentes confirman que el distanciamiento entre Felipe y Letizia es notorio, una situación que data de hace tiempo y que se ha agudizado en los últimos años. Los cronistas de la realeza ubican el inicio de las tensiones en torno a 2013, en los días del caso Nóos, un momento difícil para la familia real en el que Letizia defendió el alejamiento de la infanta Cristina y su esposo Urdangarin de los eventos oficiales. Este fue un punto de quiebre, pues las diferencias con Felipe sobre la gestión de ese episodio generaron una brecha importante en la relación.
La distancia aumenta entre los reyes Felipe VI y Letizia
Si bien ese fue un detonante, otro escándalo más delicado llegó cuando Jaime del Burgo, exmarido de Telma Ortiz, hermana de Letizia, hizo declaraciones que apuntaban a presuntas infidelidades de la reina. Esto desató especulaciones sobre la estabilidad matrimonial, y desde entonces, el comportamiento público de Felipe y Letizia ha sido observado con creciente detalle. En múltiples eventos, los reyes parecen mantener una relación fría y distante, limitándose a cumplir su agenda pública y mostrando un frente de cortesía que deja entrever una notable falta de complicidad entre ambos.
Fuentes cercanas a Zarzuela indican que, a raíz de esta situación, ambos habrían acordado un pacto de conveniencia: mientras que en público continúan con sus deberes reales de manera correcta y sin mostrar tensión, en privado habrían optado por llevar vidas separadas, un modelo similar al de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía. Este distanciamiento personal se hace más evidente en ocasiones en las que los reyes se alojan fuera del palacio. En el caso de los Premios Princesa de Asturias, se dice que Felipe y Letizia han solicitado habitaciones separadas, una medida que, si bien es discreta, no ha pasado inadvertida y ha levantado nuevamente rumores sobre el estado de su matrimonio.
Vidas separadas en privado
A pesar de que el interés público se centra en la ceremonia y en los discursos de los premiados, incluyendo a figuras de renombre como el compositor Joan Manuel Serrat o la escritora Ana Blandiana, la relación de los reyes españoles sigue captando la atención de la prensa y del público. La frialdad y el distanciamiento que se perciben son vistos como indicios de una brecha insalvable en su vida privada.
Por ahora, Felipe VI y Letizia mantienen el pacto de cordialidad en público, aunque el hecho de que prefieran alojarse en habitaciones separadas en un evento tan importante apunta a que la distancia entre ellos va más allá de los rumores.