Las últimas apariciones de Felipe y Letizia confirman las declaraciones de Pilar Eyre, “el matrimonio está roto”. Los reyes atraviesan uno de sus momentos más complicados desde las declaraciones de Jaime del Burgo el pasado mes de diciembre. El abogado ha destapado el secreto que guardaban desde hace una década. La ciudadanía creía que la crisis de los monarcas era por culpa de la situación de la corona española en aquella época, con las fechorías de Juan Carlos y el caso Nóos de Iñaki Urdangarin, pero no era del todo cierto. Según el ex de Telma Ortiz, la reina fue infiel al rey con él durante varios años, y Felipe no perdona una mentira. Desde entonces han vivido separados. Duermen en habitaciones separadas e intentan no cruzarse por Zarzuela. Ni tan siquiera en los actos institucionales. En la mayoría llegan a la vez pero por separado. La complicidad brilla por su ausencia.
No hay más que ver su última aparición institucional en el homenaje a las víctimas del incendio de Valencia. Felipe y Letizia estaban muy incómodos por estar uno al lado del otro. Sus caras reflejaban malestar. La reina hablaba con unos y el rey con otros, todo para cruzarse lo menos posible. Desde que Leonor y Sofía no están en casa ya no tienen que fingir. El propio rey confesó que la vida sin ellas se había vuelto más aburrida.
Felipe y Letizia viajaron el pasado martes a la misa homenaje a Constantino de Grecia que organizó la Casa Real británica por su ausencia en el funeral del año pasado en Atenas. Un acto presidido por Camilla Parker Bowles, ya que Carlos III no pudo oficializarlo por su lucha contra un cáncer de próstata.
Felipe y Letizia discuten constantemente, ya no se esconden
Los reyes regresaron el mismo día, separados del resto de la familia, ellos tenían compromisos que atender este mismo miércoles. Tal y como detallan algunas fuentes del entorno, el viaje de vuelta de Felipe y Letizia tuvo demasiadas turbulencias. Los padres de Leonor y Sofía se pasaron las horas discutiendo. Por culpa de la reina, el rey llegó el último, cuando faltaban pocos minutos para el inicio de la ceremonia. Letizia tampoco saludó al resto de la familia, aunque se sentó al lado de Juan Carlos, y besó a la reina Sofía.
Sin contar las discusiones, Felipe y Letizia no se hablaron en el resto del trayecto, la cara de ambos era un poema. Desde que Jaime del Burgo ha roto su silencio ya no se esconden. Todo el mundo sabe que la relación está rota.