Durante la primera década de reinado de Felipe, que se cumple este mismo año, Letizia ha dado todas las órdenes y su marido las ha ejecutado, aunque debería ser al revés. La reina es una mujer muy calculadora y controladora. Consiguió vengarse de los Borbón y apartar a toda la familia de su marido y sus hijas. Obligó al rey a retirarles las funciones institucionales y el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Había que frenar los escándalos para salvar la corona y el futuro reinado de Leonor, esa era la gran obsesión. Letizia no podía consentir que la princesa no reinara en el futuro.
En 2012 los reyes atravesaron una profunda crisis. Se creía que aquellos gritos y portazos que se escuchaban en Zarzuela eran por culpa de las fechorías de Juan Carlos o el caso Nóos, pero no es realmente cierto. Los reyes escondían un secreto que solo conocía la familia. En los últimos meses ha sido Jaime del Burgo el encargado de desvelarlo. Según el abogado, la reina fue infiel al rey con él durante varios años. Esta infidelidad provocó un terremoto en Casa Real. Felipe no perdonó a la madre de sus hijas, se sintió traicionado, y nunca tolera la mentira. El amor de su vida, la madre de sus hijas, la decepcionó.
Desde entonces las discusiones entre ellos han sido un constante, y es que han tenido que verse las caras prácticamente todos los días. Letizia quería divorciarse y marcharse con Jaime del Burgo a Miami, donde formaría una nueva familia mediante la gestación subrogada. La reina nunca estuvo enamorada del rey, era una persona muy ambiciosa y la obsesión del príncipe era algo que no podía dejar escapar. Se convertiría en la mujer más poderosa de España, su gran sueño.
Felipe coge las riendas de Letizia y acepta a Juan Carlos en Zarzuela
También hubo un momento en que Felipe deseó divorciarse, pero la corona no se lo permitió. Los reyes continuaron unidos por la institución. Ante tantas peleas y discusiones pensaron que lo mejor era el cese de la convivencia, siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía, así cada uno podía hacer su vida.
Con la campaña de desprestigio que se ha iniciado contra Letizia, la reina ha perdido mucho poder. Y ahora ya no tiene capacidad de decisión. Felipe toma las riendas de la institución y de su familia. Por ello, este fin de semana gran parte de los Borbón se han visto las caras. El monarca ha cumplido los deseos de Juan Carlos y le ha permito dormir en Madrid y entrar a Zarzuela para poder ver a Leonor y Sofía. Un escándalo para Letizia. La reina no quería que eso sucediese.