Las tensiones en el matrimonio de Felipe VI y Letizia han alcanzado un punto crítico tras los recientes acontecimientos en la familia real. Aunque las presuntas infidelidades de Letizia, reveladas por Jaime del Burgo, ya habían generado un ambiente de desconfianza y rumores, la situación ha escalado con una velocidad inesperada.
Las expertas en la monarquía Laura Rodríguez y Maica Vasco aseguran que la unión entre Felipe y Letizia fue más un acuerdo de conveniencia que una relación basada en el amor. Mientras que otros periodistas, como Pilar Eyre y Jaime Peñafiel han señalado que la pareja ha estado separada emocionalmente desde hace más de una diez años. Y que aunque siguen juntos en público, no son más que un equipo de trabajo.
Sea como sea, todas las versiones coinciden en lo mismo: existe una severa crisis en el matrimonio. Y este fin de semana, una simple fotografía ha desencadenado una nueva crisis entre los monarcas, evidenciando el frágil equilibrio en el que se encuentra su relación.
La reina Letizia estalla con la foto de Felipe VI junto a las infantas Cristina y Elena
El sábado pasado, mientras Letizia cumplía con sus deberes en los Juegos Paralímpicos en París, Felipe VI se encontraba en Madrid, donde coincidió con su madre, la reina emérita Sofía, y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina en la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova. Este reencuentro familiar culminó en una fotografía que ha generado una tormenta mediática y personal. La imagen, que muestra a Felipe VI sonriendo junto a sus hermanas, no solo ha causado revuelo en la opinión pública, sino que también ha sido percibida por Letizia como una afrenta personal. Para la consorte, la foto simboliza una humillación pública y una clara provocación por parte de su esposo.
La reacción de Letizia no se hizo esperar. Según fuentes cercanas a Zarzuela, la reina ha enviado a Felipe una serie de mensajes de extrema dureza, expresando su indignación y su sensación de traición. En estos mensajes, Letizia ha dejado claro que considera este episodio como una ruptura del pacto que ambos habían acordado de mantener una imagen de unión en público. Para ella, la fotografía no solo rompe con esa imagen, sino que también pone de manifiesto el distanciamiento y la falta de apoyo que siente por parte de su esposo.
La reina Letizia se queda sola
El malestar de Letizia no se limita a la fotografía en sí, sino a lo que representa: un alineamiento de Felipe VI con sus hermanas en un momento en el que la reina se siente aislada dentro de la familia real. La decisión de Felipe de posar junto a Elena y Cristina sin la presencia de Letizia ha sido interpretada por la consorte como un acto deliberado para debilitar su posición dentro de la monarquía. Este gesto, aparentemente simple, ha intensificado los rumores de crisis matrimonial y ha puesto en evidencia la profunda desconexión emocional que existe entre los reyes.
Por su parte, Felipe VI parece decidido a apoyar a su familia y no ceder a las presiones de Letizia. Cronistas como Maika Vasco y Laura Rodríguez han señalado que el rey está dispuesto a mantener su cercanía con sus hermanas, incluso si esto implica un distanciamiento mayor con su esposa. Para Felipe, la familia real debe proyectar una imagen de unidad y fuerza, aunque eso signifique relegar a Letizia a un segundo plano.