Siempre se ha hablado de los problemas en el matrimonio de Felipe y Letizia. Los últimos meses han sido muy complicados para la pareja con la aparición de Jaime del Burgo. El abogado, expareja de Telma Ortiz, destapó el mayor secreto de Zarzuela. Siempre según su versión, la reina habría sido infiel al rey con él durante varios años. Y aún fue a más. Dice que el padre de Leonor y Sofía fue el amante en toda esta historia, ya que él mantenía una relación oficial con la entonces periodista antes de que el príncipe apareciese en su camino. Esto ha dañado la imagen intachable de la monarca, por este motivo Casa Real la retiró de algunos actos institucionales. Ahora es el rey quien tiene más fuerza en los compromisos, ella ha quedado relegada a su sombra.
Este pasado fin de semana volvieron a tener una fuerte discusión. Primero de todo por la boda de Teodora de Grecia a la que finalmente no acudieron, y posteriormente por los nuevos problemas que trajo involuntariamente Juan Carlos I. Letizia siempre ha querido a su suegro fuera de España, lo consiguió en 2020, pero en estos últimos años Felipe VI ha sido mucho más permisivo con él, tal vez por ello han llegado los problemas.
Letizia y Felipe discuten por Juan Carlos I
Estas últimas semanas se ha hablado de la fundación que ha creado en Abu Dabi para facilitar la herencia a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, de esta forma su millonario patrimonio no pasaría por las manos de la Hacienda Pública, algo que ha molestado a los ciudadanos. Por otro lado, se ha hablado de la publicación de unas supuestas memorias repasando sus aciertos y errores de su reinado. Pero lo más sonado de los últimos días han sido las polémicas fotografías de Juan Carlos con Bárbara Rey. Una relación que era un secreto a voces, pero ahora se ha confirmado causando la mayor humillación de la historia a la reina Sofía.
Letizia tuvo que ceder y facilitar un encuentro entre Leonor y Juan Carlos, aunque como era una reunión de carácter privado no hay fotografías de ello. Ha sido una humillación para la reina, pero era la única forma de zanjar las polémicas del emérito y salvar a la corona. Ahora todo el mundo habla de ese encuentro nieta y abuelo.
El enfado fue tan grande que Letizia ni durmió con Felipe VI, quedaron directamente con su hija en el restaurante que almorzarían el sábado. Ella durmió en un hotel y él en otro. No quería ni cruzárselo porque estaba muy enfadada, ya en las fotografías se vio claramente esta falta de complicidad.