Felipe y Letizia podrían ser una matrimonio perfecto, por lo menos a vista de los demás, pero no es realmente así. Como todas las parejas también han tenido sus discusiones, algunas tan fuertes que han acabado fracturando la relación. De hecho, en 2015 estuvieron a punto de divorciarse, tal y como explica Pilar Eyre en su blog de la revista Lecturas. El caso Nóos erosionó la relación. Todas las peleas de ambos han sido por culpa de Iñaki Urdangarin o Juan Carlos. La primera de todas por el bautizo de Irene Urdangarin, Letizia no quería que los padres del exduque de Palma se instalasen en Zarzuela el fin de semana. Tampoco quiso ir a la fiesta por el cuarenta aniversario de Iñaki. Peor fue cuando el exjugador de balonmano fue juzgado por delitos de fraude fiscal y malversación y obligó a Felipe a tomar una drástica decisión con su familia que a día de hoy se mantiene, alejarse lo máximo posible de todos ellos.
El rey se vio obligó a quitar del trono a su padre y unos años más tarde a exiliarlo a los Emiratos Árabes. También apartó a todos los miembros de la familia de los Presupuestos Generales del Estado y de sus funciones. Ahora mismo Felipe está totalmente distanciado de su familia lo que ha provocado más de una discusión con su mujer. Letizia es quien se encuentra detrás de todas las decisiones, ella solo quiere salvar la corona, pero también quiere desvincularse de ello por todo el daño que le hicieron en el pasado.
Felipe VI quiere arreglar la relación con su familia
Felipe ya no guarda ningún tipo de relación con Elena ni Cristina, mucho menos con sus sobrinos a los que no ve desde hace años. La relación es muy fría y distante, como el carácter de Letizia. Este miércoles aterrizan en Palma de Mallorca y ya han tenido nuevos problemas.
Se habla de una supuesta fotografía de todos los nietos a petición de la reina Sofía, pero Letizia no va a permitir que eso suceda. Leonor y Sofía no van a reunirse con sus primos Victoria Federica y Froilán porque la reina cree que son una mala influencia para sus hijas. No quieren que dañen su imagen.
Felipe VI está harto de estar peleado con su familia, ya no quiere ceder y ya no puede más, no se va a callar. Pero si no obedece solo puede provocar discusiones. El rey ve bien estrechar lazos con su familia y demostrar unidad, no cree que pase nada por cumplir la voluntad de su madre y que todos sus nietos se reúnan un día en Marivent. Por su lado, Letizia deja claro su negativa, incluso avisa con marcharse de Palma de Mallorca si eso sucede.