El matrimonio real de Felipe VI y Letizia Ortiz ha sido objeto de especulación y rumores durante años, pero recientes revelaciones han arrojado nueva luz sobre la verdadera naturaleza de su relación. Según las afirmaciones de Pilar Eyre, reconocida experta en la realeza española, el matrimonio entre Felipe y Letizia se ha mantenido fracturado durante más de una década, con señales evidentes de distancia y desconexión que se remontan a 2012.
La crisis entre los reyes se intensificó a finales de ese año, coincidiendo con el famoso caso Nóos que llevó a la cárcel a Iñaki Urdangarin, cuñado de Felipe. Aunque inicialmente se atribuyó la tensión entre la pareja a este escándalo, parece que hay motivos más profundos que explican la brecha entre ellos, y que recientemente han salido a la luz.
Según los informes, Letizia nunca estuvo verdaderamente enamorada de Felipe VI y se casó por motivos más pragmáticos. Su ambición y la perspectiva de convertirse en la mujer más poderosa de España fueron los principales impulsores detrás de su unión con el entonces príncipe de Asturias. Sin embargo, una vez dentro de la Familia Real, la ex presentadora de informativos se sintió excluida y desplazada, lo que contribuyó a su infelicidad y alienación.
La traición de Letizia y la ruptura inminente
En medio de esta situación, surgió la figura de Jaime del Burgo, amigo íntimo de Letizia y, según las revelaciones más recientes, su ex amante. Del Burgo confesó en un libro de Jaime Peñafiel, titulado 'Letizia y yo', que mantuvo una relación íntima con la reina a principios de los 2.000 que se extendió a lo largo de varios años, incluso durante su matrimonio con Felipe. Esta revelación arroja una nueva perspectiva sobre los problemas subyacentes en la relación de Felipe y Letizia, y plantea interrogantes sobre el futuro de su matrimonio.
Una farsa que nadie notó
La traición de Letizia hacia Felipe VI, según los informes, fue descubierta en 2012, hace exactamente 12 años, por el propio Felipe y por el entonces rey Juan Carlos I. Esta revelación dejó a Felipe sintiéndose traicionado y humillado, lo que llevó a una ruptura completa en su relación.
Desde entonces, han optado por llevar vidas separadas, evitando incluso cruzarse por los pasillos de Zarzuela y limitando su interacción a eventos públicos formales. La supuesta complicidad y admiración mutua que se mostraba en público ha sido simplemente una fachada durante más de una década.
De esta manera, Felipe y Letizia podrían haber optado por el cese de la convivencia, siguiendo el camino trazado por Juan Carlos y Sofía, todo en pos de preservar la estabilidad de la Corona.
De hecho, de no ser por las revelaciones de Jaime del Burgo, el deterioro de la relación entre Felipe y Letizia podría haber pasado desapercibido, mostrando la habilidad con la que han mantenido las apariencias frente al público. Sin embargo, el velo de secreto ha sido finalmente levantado, dejando al descubierto las grietas en el matrimonio real.