La crisis matrimonial entre la reina Letizia y el rey Felipe VI alcanza su punto más álgido después de dos décadas juntos. Si bien ya habían enfrentado diversas presiones y conflictos, las recientes revelaciones sobre una presunta relación extramatrimonial de Letizia con Jaime del Burgo han desencadenado una tormenta imposible de contener.

Las especulaciones sobre si Felipe conocía estos asuntos desde 2013 arrojan más sombras sobre la relación. Se dice que la crisis en aquel entonces, atribuida al caso Nóos y al alejamiento de la infanta Cristina de la familia real, podría haber estado relacionada con este tema, aunque solo se habría revelado una pequeña parte de la verdad. Se espera que todo se aclare en el libro que está preparando Jaime del Burgo, titulado ‘Y nada más que la verdad’, que verá la luz próximamente. Del Burgo incluso a creado su propia editorial para evitar interferencias y presiones.

Situación insostenible en la intimidad entre Felipe VI y la reina Letizia

Felipe VI muestra un dolor profundo ante la situación. Su relación con Letizia se ha deteriorado notablemente, evidenciado por su actitud distante y la falta de complicidad en apariciones públicas.

Felipe Letizia ni se miran GTRES

Pilar Eyre, reconocida cronista de la casa real, describe el sufrimiento palpable de Letizia y la ausencia de apoyo por parte de Felipe. “Letizia está en un estado de profunda tristeza. Su rostro refleja un sufrimiento palpable, y no se percibe ni un destello de alegría en ningún momento. Durante el evento, su actitud fue rutinaria y distante, sin signos de complicidad con el rey Felipe. Es evidente que atraviesa un momento difícil, y la falta de apoyo por parte de su esposo solo intensifica su desolación", comentó Eyre en su último vídeo publicado en su canal de YouTube.  

La tensión aumenta dentro de palacio

En la intimidad, la situación es aún peor. Felipe menosprecia y humilla a Letizia, ignorándola y tratándola con desdén. No puede evitar la inquina y el rencor que le ha generado todo este episodio. La tensión es palpable en el ambiente, y Letizia se siente cada vez más desplazada y sola dentro de su propio hogar. Felipe parece buscar cualquier excusa para pasar el menor tiempo posible con Letizia. Se ausenta los fines de semana y ha optado por dormir en los dominios de su madre, dentro del complejo de Zarzuela, pero a un km del Pabellón del Príncipe y de Letizia. Esta distancia física refleja la brecha emocional que los separa.

La situación está teniendo un grave impacto en la salud y el bienestar de Letizia. Ha perdido el apetito y sufre profundamente por las repercusiones públicas de las revelaciones. Mientras tanto, en privado, no encuentra el consuelo ni el apoyo que tanto necesita por parte de Felipe.