Hay una tradición legendaria en el universo borbónico: poner motes a sus miembros más ilustres. Juan Carlos siempre ha sido Juanito. También 'El campechano', por aclamación popular y aduladora. Froilán es Pipe, Victoria Federica, Vic. Iñaki Urdangarín era 'el duque em-palmado'. Letizia es el que sale peor parada: en los pasillos de palacio la conocen como 'La jefa'. Su suegro le colocó el de 'La jolines', cosa que no le hizo nada de gracia. Todavía menos la forma con la que los amigos de su marido la bautizaron, muy ofensivo: 'La chacha'. El entorno de Felipe VI es muy clasista, como su hermana Elena: casarse con una plebeya, atea y divorciada fue demasiado fuerte de asimilar, por eso la desprecian. En cuanto al monarca, también tiene los suyos: los propios colegas le llamaban 'El sereno', vete a saber si por alguna afición nocturna. También responde al de 'El preparao', aunque no haga honor a la literalidad de la palabra. Pero hay más. Uno que quizás no recordaban y que utilizaba su entorno hace casi 40 años.
Sí, Felipe ya no es un chaval, acaba de cumplir 55 años. El envejecimiento le preocupa: intenta mejorar su imagen exterior, rejuvenecerse y tapar los estragos propios del paso del tiempo. Tiene un buen amigo que es una eminencia en este sentido, asesor de cabecera de Letizia. Pero vaya, que no hace milagros. Además tampoco pone demasiado de su parte, continúa con viejos tics y manías que no ayudan a ofrecer una impresión más aseada. Las uñas, por ejemplo. Arrastra la costumbre de morderlas a conciencia desde hace mucho tiempo. La vida de un royal y Jefe de Estado debe ser muy estresante, claro. Por eso no hay antídoto posible, y pasa vergüenza cuando enseña las extremidades. Le iba mejor de príncipe que de titular de la Corona. Todo era más fácil, sin preocupaciones ni el marcaje que sufre hoy en día. Normal: va en el sueldo.
Felipe, como Leonor: salió del cascarón borbónico estudiando en un colegio elitista en el extranjero
Volvamos 4 décadas atrás, a aquella época en la que Felipe se preparaba para, algún día muy lejano, heredar el título paterno. Nunca se hubiera imaginado que el traspaso de poderes fuera tan conflictivo; se lo podría haber olido sabiendo el tipo de vida que llevaba Juan Carlos, pero en Zarzuela siempre se han sentido intocables. A principios de los años 80, 3 años después del golpe de Estado fallido en el que su padre tuvo mucho que ver, los reyes enviaron a su descendiente a estudiar al extranjero. Concretamente a Toronto, Canadá: lo matricularon en el Lakefield College School. 40.000€ al año, si alguien está interesado. Hizo muchos amigos, salió del cascarón con 16 añitos. Como Leonor en Gales, poco más o menos. Novias, experiencias, colegas, seguro que alguna travesura juvenil. Las cosas que hacen los estudiantes en su edad, pero siempre comedido. Era un buen muchacho.
Así le llamaban los compañeros de clase a Felipe: mote cómico
Los seguidores monárquicos han entrado en éxtasis esta semana, celebrando el cumpleaños. Hay quien ha ido a la hemeroteca para rescatar documentos gráficos y regalarle un panegírico. Por ejemplo, la cuenta de los fans de Pablo Urdangarin. El sobrino más guapo, atlético y currante de todos, por cierto. Hacen comparaciones entre ambos, les llaman Adonis, los alaban sin descanso. Entre los recortes de revista que comparten, imágenes de la época de estudiante de Felipe VI. Y de repente, bingo. Sale un nuevo mote, este muy cómico. Parece un chiste. Sus compañeros de aula le llamaban 'Flip'. Como si fuera un colaborador de 'El Hormiguero' de Pablo Motos. "Me saborea como me hablan mis compañeros, he encajado perfectamente. Allí no hay tratamiento especial". No hacía falta que lo jurara: eso de Flip es bastante elocuente. Poco serio.
Flip, el que algún día será rey. Una broma más.