El rey Felipe VI lleva años lidiando con los constantes escándalos de su propia familia. Desde que asumió el trono, su objetivo ha sido modernizar la monarquía y distanciarse de las polémicas que han salpicado a los Borbón, pero algunos miembros de su círculo cercano han puesto las cosas muy difíciles.
En un intento de limpiar la imagen de la Casa Real, Felipe VI ha tomado medidas drásticas. Ya logró que su padre, el rey emérito Juan Carlos I, se exiliara en Abu Dabi para evitar más controversias sobre sus negocios financieros. También consiguió que Froilán, conocido por sus continuos escándalos nocturnos, se trasladara a vivir con su abuelo después de protagonizar altercados en discotecas y locales ilegales en Madrid. Pero ahora es otra Marichalar quien se ha convertido en un problema que Felipe VI no ha logrado controlar: su sobrina Victoria Federica.
Victoria Federica, la piedra que Felipe VI no logra quitarse del zapato
A diferencia del resto de los Borbón, que han acatado la norma de mantenerse en un perfil bajo, Victoria Federica ha decidido forjar su propio camino en el mundo de la moda y las redes sociales. Se ha convertido en un personaje público, participando en campañas de grandes marcas y siendo una de las estrellas del programa de máxima audiencia "El Desafío". Su presencia en los medios no es algo que el rey vea con buenos ojos, ya que contradice la discreción que busca para la monarquía.
Ante esta situación, Felipe VI ha intentado mover los hilos para alejarla de España y que su imagen no se asocie con la realeza. Ha utilizado su influencia para ofrecerle oportunidades de trabajo en Londres o Estados Unidos, lugares donde podría crecer profesionalmente sin generar problemas a la monarquía. Sin embargo, Victoria Federica ha rechazado todas estas propuestas, dejando claro que no piensa abandonar Madrid, donde tiene su vida, su familia y sus amigos.
Victoria Federica no está dispuesta a renunciar a su estilo de vida
El rey ha movido hilos para que no le ofrezcan trabajo en España, así como ha intentado persuadirla incluso con un contrato millonario en el extranjero, pero ella ha dejado claro que no se vende por dinero. Con los ingresos que obtiene de sus colaboraciones publicitarias y eventos, gana lo suficiente para vivir cómodamente sin necesidad de ceder a la presión de su familia. Además, su abuelo, el rey Juan Carlos I, le envía dinero cada mes y corre con los gastos de muchos de sus caprichos, al igual que a sus otros nietos, con la excepción de Leonor y Sofía, por petición expresa de sus padres.
Con todo, mientras el rey Felipe VI sigue luchando por preservar la imagen de la monarquía y garantizar estabilidad de cara al futuro reinado de su hija, Victoria Federica se mantiene firme en su decisión de continuar en España y desarrollar su carrera en los medios, desafiando las órdenes del rey y demostrando que, a diferencia de otros miembros de su familia, no está dispuesta a ceder a chantajes.