Felipe VI vive un momento personal complicado. Además de su labor como Jefe de Estado, el monarca también tiene una vida privada, con los mismos problemas que cualquier otra persona, aunque pueda tener mayores oportunidades. El marido de Letizia se enfrenta a un gran dilema. Sus padres empiezan a hacerse muy mayores, ya son octogenarios, y han presentado problemas por su avanzada edad. El monarca se ha reunido con las infantas Elena y Cristina para hablar de Juan Carlos y Sofía, pero también de Irene de Grecia, que ha sido como una segunda madre para ellos. Tienen que tomar una decisión pronto sobre sus progenitores.
Ahora mismo hay personal sanitario en Zarzuela atendiendo a Irene de Grecia. La tía Pecu necesita atención las 24 horas del día, ya que padece Alzheimer, y ya no recuerda absolutamente nada. En sus últimas apariciones se la vio en silla de ruedas, con la mirada completamente perdida y muy desmejorada.
Felipe, Elena y Cristina toman la decisión más complicada con la reina Sofía
Esto afecta considerablemente a la reina Sofía, que en los últimos dos años ha vivido momentos de máxima tristeza y preocupación. Empezando primero por el fallecimiento fulminante de su hermano Constantino, la enfermedad de su hermana Irene, la muerte de algunos sobrinos, como los Gómez-Acebo, o de personas de su confianza. Además, por su edad, también ha presentado importantes despistes que preocupan a sus hijos por la enfermedad de Irene, le hicieron pruebas por si padecía Alzheimer. La emérita está muy débil, pero aún continúa con sus funciones institucionales dentro de la corona.
Felipe, Elena y Cristina valoran la posibilidad de poner punto y final a la etapa de la reina Sofía en la institución con un bonito homenaje al finalizar este curso. Creen que debido a su edad y los problemas de salud que ha presentado, es momento de dejarla descansar.
En caso de tomar esa decisión, que no es la deseada por la reina Sofía, por eso no la han ejecutado todavía, es probable que la emérita se marchase de Zarzuela y viviese sus últimos años en Grecia. Aunque sus hijos no quieren tenerla tan lejos, suficiente tienen ya con Juan Carlos en el exilio.
Ese empieza a ser otro de los grandes problemas de Felipe, Elena y Cristina. El exmonarca continúa en el exilio a sus 86 años, con graves problemas de movilidad. Expertos en Casa Real han sido claros y opinan que tener al abuelo de Leonor y Sofía a miles de kilómetros es una temeridad, porque si fallece fuera de España sería una humillación para el actual rey y la corona.
La idea es que Juan Carlos vuelva a residir de forma permanente en España, pero alejado del foco mediático. Lógicamente, no podrá poner un pie en Zarzuela.