Felipe VI puede ejercer su derecho al voto como cualquier ciudadano, pero como rey se estable una ley no escrita entre las monarquías europeas en las que no se decantarán por ningún partido político. Muestran de esta forma una total neutralidad. Al fin y al cabo son los reyes de todos los españoles, independientemente del partido que gobierne. Sin embargo, muchos gestos han dejado visible que el marido de Letizia es más afín al PP que al PSOE. Ahora mismo dialoga con Pedro Sánchez, el actual presidente del gobierno en España.
En muchas ocasiones las negociaciones con él son imposibles y más cuando el tema central es Juan Carlos I. El PSOE no perdona las últimas polémicas del exmonarca, ni tampoco como se ha reído de todos los españoles. Por ello, le castiga con la total indiferencia. En este último año, Pedro Sánchez y Felipe han tratado el tema del regreso de Juan Carlos a España, pero el político le ha dejado claro al rey que para que eso sucediese en algún momento debería pedir perdón públicamente por sus errores. Quiere hacerle pasar por una humillación pública que de momento el emérito no está dispuesto a consentir.
Pedro Sánchez y Felipe VI no tienen una excelente relación. Entre ellos la relación está totalmente rota. En sus gestos delata que el presidente del gobierno siempre quiere ser superior al rey. Al marido de Begoña le hubiese encantado asistir a la coronación de Carlos III, puso mucho interés, pero no recibió la invitación. “Era su deseo poder asistir a un evento histórico y encontrarse a la misma altura que el rey de España, pero institucionalmente no era lo establecido”, cuenta una fuente a ‘El Confidencial Digital’.
Pedro Sánchez quiere ser superior al rey
“Sánchez solo tiene un propósito: ser más que el rey”, se atreve a aventurar Monarquía Confidencial. Lo justifican con los desplantes y los saltos del protocolo del presidente al rey. Uno de ellos, y el más sonado, ocurrió en la Fiesta Nacional del 12 de octubre cuando Sánchez llegó a la Plaza de Cuzco seis minutos tarde e hizo esperar al rey dentro del coche.
Lo mismo sucedió en la inauguración del AVE Madrid-Murcia. El presidente del Gobierno caminó por delante de don Felipe, saludó primero a las personalidades que esperaban, y entró en primer lugar en el vagón. Precisamente, en este trayecto se vivió una gran discusión entre ambos. No solo por lo ocurrido, que ya estarían acostumbrados, sino porque se habló de nueva de la posibilidad de reunirse con Juan Carlos y pactar un retorno a España. Pedro Sánchez se negó en rotundo y le dejó claro que ya le dijo la condición para que se hablara de ello.