Algunos gestos, por pequeños que sean, han demostrado que Juan Urdangarin se ha convertido en el nuevo cabeza de familia de los Urdangarin Borbón. Unos meses atrás, era él quien acompañaba a la infanta Cristina a Londres para la misa en homenaje a Constantino de Grecia tras cumplirse un año de su fallecimiento. No podía faltar a este evento en recuerdo de su tío y su acompañante fue el primogénito. El hijo de Iñaki es, de lejos, el más reservado, pero también ha dado la cara cuando las circunstancias lo han requerido. Felipe VI lo sabe muy bien y por diversos encontronazos su relación se ha visto muy deteriorada.
La última vez que se vio al hijo de la infanta Cristina e Iñaki, Juan Urdangarin, fue en la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. Felipe VI y su mujer, por el contrario, no asistieron a la celebración. Pero hemos visto la cara de felicidad de la infanta al ser escoltada por su hijo mayor, por lo que han acaparado todas las miradas al ingresar a la iglesia. Con aplomo y la discreción que le caracteriza, Juan saludó al novio y después accedió al templo con su madre.
Al contrario de Pablo Urdangarin o el resto de sus hermanos, Juan no es muy extrovertido ni acostumbra a ir a reuniones familiares. Tuvo una infancia difícil, pues era el más enterado de los problemas familiares. Fue al psicólogo para afrontar los traumas de ser abordado en la calle, de escuchar cómo la gente acusaba a su padre de “ladrón”. A día de hoy es un gran apoyo para su madre, la visita cuando puede y está presente en los momentos más señalados. Asumió el papel de escudero, incluso antes del divorcio de sus padres, y lo siguiente lo demuestra.
Juan Urdangarin le plantó cara a Felipe VI, defendió a la infanta Cristina e Iñaki
Desde su círculo más cercano informan que el primogénito de los Urdangarin Borbón le exigió a Juan Carlos I indemnizar a Iñaki por todas las penurias que vivió tras el caso Nóos. “Es un poco iluso pensar que el Rey no sabía perfectamente a qué se dedicaba su yerno. Mi opinión es que el yerno vio lo que hacía su suegro y dijo ‘por qué no lo voy a hacer yo a escala menor’”, como decía el periodista David Fernández. Lo cierto es que las confesiones de Corinna Larsen sobre los negocios del emérito son la base para una teoría: se necesitaba un peón para asumir la culpa y salvar la Corona. Este resultó ser el exdeportista.
Otro golpe duro fue cuando Felipe empezó a apartar a Cristina, que ni siquiera estuvo en la abdicación de su padre ni en los desfiles de las Fuerzas Armadas. El rey le quitó el título de duquesa de Palma, algo que ella quería conservar. Ahí fue cuando Juan discutió con su tío y aunque no logró conservar el título, decidió no volver a dirigirle la palabra ni mezclarse en ningún evento de la Corona. Es por ello que rara vez regresa a España, solo lo ha hecho en contadas ocasiones y por situaciones de gran peso.
Juan Urdangarin, a pesar de ser el hijo más discreto de la infanta Cristina e Iñaki, ha resultado ser el más leal. Su hazaña puso a Felipe VI en un gran aprieto.