Las tensiones y desacuerdos son parte del día a día en las familias, y la familia real española no es la excepción. Recientemente, se reveló que Felipe VI toma una curiosa decisión en momentos de desacuerdo con Letizia. Según fuentes cercanas, el monarca le solicita a su escolta que lo lleve a un lugar específico cada vez que surgen estas discusiones.
La relación entre Felipe VI y Letizia ha sido objeto de atención mediática a lo largo de los años. Muchos medios y periodistas especializados en monarquía aseguran que desde hace algunos años su relación está deteriorada. Más aún, los trabajadores del palacio comentan que se les escucha gritar, azotar puertas y molestarse. Al menos, es lo que reporta Pilar Eyre tras conversar con el personal que labora en estos espacios que comparten los reyes.
El descontento de la consorte, al parecer, tiene lugar hace más de dos décadas atrás. Se remonta a cuando conoció al entonces príncipe y sus padres no aprobaron la relación. En esos años, el heredero tuvo que declarar firmemente que era la mujer a la que había elegido o dejaba sus responsabilidades. Lo que provocó que Letizia fuera bienvenida, pero sin mucha emoción. Se sabía que el emérito le ponía apodos, su opinión no se tomaba en cuenta y los Ortiz-Rocasolano eran despreciados por ser de bajos recursos.
A pesar de haber conseguido alejarlos a todos cuando Felipe asumió el trono, no fue fácil convencer al monarca. Así, la Familia Real pasó a estar compuesta por cuatro únicos miembros: los reyes y sus dos hijas. Eso sí, con mucho drama y discusiones de por medio que ahora el royal sabe bien cómo sortear.
El curioso lugar que escogió Felipe VI para despejarse de Letizia
Con cierta frecuencia, el rey necesita tener un tiempo a solas tras un intercambio desafortunado con su mujer. La periodista Pilar Vidal daba más detalles de este asunto en el programa Espejo Público. “Cuando el monarca necesita desahogarse, así como su padre cogía la moto y emprendía vuelo, él va a la gasolinera que hay cerca de El Pardo, compra donuts de chocolate, se esperan a que se los coma y vuelven a palacio”, compartió Vidal. Y es que uno de los estrictos controles que tiene la asturiana en el palacio es la alimentación, por lo que no le permite comer comestibles procesados, azúcar refinada ni frituras.
Así pues, este simple lugar se ha convertido en un refugio personal para el monarca. Es un espacio donde hace una pausa para comer algo prohibido, reflexionar y encontrar un poco de paz. De esta manera, se calma antes de abordar de lleno el conflicto. Es interesante pensar en cómo, incluso en la vida de una figura pública, los desacuerdos pueden llevar a buscar momentos de soledad y tranquilidad.
La decisión de Felipe VI de pedir a su escolta que lo lleve a un lugar determinado durante los desacuerdos con Letizia pone de manifiesto que incluso los reyes necesitan su espacio. Este pequeño gesto refleja que la pareja no está atravesando su mejor etapa, se vive una tormenta en Zarzuela. Y es que la realeza, al final del día, también es humana.