Felipe VI y a Letizia les ha costado mucho recuperar la confianza de la ciudadanía con la monarquía española. Las polémicas de Juan Carlos tras la caza indiscriminada de elefantes en Bostwana con su examante dejó su reinado tocado y hundido. La actual reina tenía claro que debían desvincularse totalmente del apellido Borbón. Retiraron todas las funciones institucionales a todos los miembros de la familia y dejaron de percibir un sueldo por parte de los Presupuestos Generales del Estado, la única que se mantuvo en el organigrama de la corona es la reina Sofía por su condición de reina.
Finalmente, Letizia consiguió que Felipe exiliase a Juan Carlos a miles de kilómetros de España. Sin embargo, ahora que no tiene ningún juicio a la vista y no se le culpa absolutamente de nada, aparece más que antes. Es su venganza a la reina. Tal y como contó a sus amigos íntimos, cree que la mujer de su hijo es la culpable de todos sus males.
Esta semana el emérito se encuentra en Sanxenxo, viaje que ha realizado desde Londres, donde voló tras el cumpleaños de Leonor el pasado 31 de octubre por la noche. Sin embargo, ha hecho una escala de unas horas en Vitoria, según fuentes oficiales para acudir a una revisión médica, pero realmente se habría dado cita con Iñaki Urdangarin.
Juan Carlos es el único que puede acabar con Iñaki Urdangarin
El exjugador de balonmano todavía mantiene relación con su exsuegro por motivos del divorcio con la infanta Cristina que parece no llegar nunca a su fin. Cuando parecía que por fin iban a firmar los documentos, la hija del emérito ha puesto una nueva cláusula que no ha sido del agrado de Iñaki.
Iñaki Urdangarin vuelve a amenazar a la familia real con todos sus secretos. Ya le pidieron escribir un libro al que renunció para no perjudicar a nadie, pero si finalmente no se cumplen sus peticiones está seguro que romperá su silencio, y sabe demasiadas cosas de Felipe y Letizia.
Los reyes han pedido a Juan Carlos, quien hace de intermediario, que finiquite ya este problema que arrastran desde hace dos años. El emérito se enfadó con la infanta Cristina por poner una nueva cláusula, parece que no quiera separarse nunca de su todavía marido, la persona que le ha humillado con una infidelidad pública.
Todo este problema este perjudicando a la corona, pero también está haciendo tambalear los cimientos del matrimonio entre Felipe y Letizia, cada vez más resquebrajado.