Felipe VI está cansado de su propia familia. Primero era Letizia quien obligó a su marido a renunciar a los Borbón por la corona. Le hizo ver que le ponían en un auténtico problema con sus polémicas y su comportamiento. Juan Carlos I, Iñaki Urdangarin, o ahora mismo los más jóvenes de la familia. Froilán es tal vez quien más quebraderos ha dado a Casa Real. Hace dos años se tomó una seria decisión con él tras participar en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el lujoso barrio madrileña de Salamanca la mañana del día de Navidad. Posteriormente fue desalojado de un after ilegal con licencia de sauna que superaba el aforo permitido y donde se encontraron sustancias estupefacientes. Los monarcas obligaron a la infanta Elena a exiliarle a Abu Dabi con su abuelo.
Los Urdangarin tampoco se han quedado corto, durante unos meses del año pasado vivieron en Zarzuela con la reina Sofía. Irene y Miguel decidieron tomarse un año sabático tras fracasar en sus respectivos estudios. También han conseguido enviarles a Reino Unido. La benjamina de los Urdangarin estudia organización de eventos en la universidad de Oxford mientras que su hermano no hace absolutamente nada.
Victoria Federica se queda en Madrid
De quien no consiguen librarse es de Victoria Federica. La joven se ha saltado todas las normas de Zarzuela para imponer sus propias leyes. Todos los Borbón deben mantenerse alejados del foco mediático y no destacar; sin embargo, la hermana de Froilán ha seguido los pasos de María Zurita y se ha dedicado al mundo de los medios de comunicación y las redes sociales. Es un personaje público. No solo participa en campañas publicitarias, sino que además es la protagonista de uno de los programas de televisión de máxima audiencia, ‘El Desafío’.
Felipe VI ha ofrecido a Victoria Federica ofertas laborales que nadie podría rechazar. Ella es una amante de la moda y las redes sociales, por ello le ofrecieron un crecimiento profesional en Londres, Milán o Nueva York, podía escoger. Ninguna de las tres le parecieron buenas opciones. Ella deja claro que no ha hecho daño a nadie y que por lo menos no es una ni-ni. Ha encontrado su sitio y está muy ilusionada. Se piensa quedar en España para siempre, y en Madrid, donde está su familia y sus amigos.
Victoria Federica no se vende por dinero. Le habrían ofrecido un contrato de seis cifras, pero con lo que cobra por cada publicidad o aparición es suficiente, y más para una joven que vive todavía en casa de su madre y que ahorra todo el dinero que gana. Incluso Juan Carlos I le envía 10.000 mensuales como al resto de nietos, a excepción de Leonor y Sofía por petición de sus padres.
