Este jueves se cumplen dos semanas desde que la princesa Leonor ingresó en la Academia Militar de Zaragoza para iniciar su formación en el ejército. La futura reina y Jefa de Estado, como tal, debe cumplir con una serie de obligaciones. Y esta es una de ellas. Desde el pasado jueves 17 de agosto, la princesa, vestida de uniforme, sigue un periodo duro de adaptación.
Es cierto que lo más difícil está por llegar, pues las primeras semanas son las más laxas en lo que a exigencias físicas y mentales se refiere. Pero la adaptación tampoco es fácil. Sobre todo para una adolescente de 17 años. De hecho, para que su estancia en el ejército sea más leve, se ha diseñado un curso especial para ella, realizará dos en uno. El 7 de octubre, cuando jure la bandera, pasará a segundo año con sus nuevos compañeros.
La princesa Leonor se adapta a la nueva etapa
Asimismo, Felipe y Letizia han solicitado al centro que no se haga ninguna distinción con ella. Quieren que sea una más y no haya agravios comparativos. No obstante, han pedido que se diseñe un dispositivo especial para garantizar su seguridad y privacidad. Por ejemplo, comparte estancias con el resto de sus compañeros, pero dispone de una sala exclusiva para ella donde puede tener una mayor intimidad. Además, Letizia ha pedido informes sobre las evoluciones de Leonor para comprobar que todo va bien.
Cabe decir que, debido a su condición de futura Jefa de Estado siempre recibirá la máxima puntuación. De esta forma, al finalizar su formación, recibirá todas las condecoraciones, con lo que Letizia no debería estar preocupada en este sentido. Además, cuenta con un profesor particular y una tutora, la Teniente Coronel en el Cuarto Militar Margarita Pardo de Santayana, que estarán pendientes de ella en todo momento, controlando que se encuentre en plenas condiciones físicas y psicológicas.
La princesa Leonor no lo está pasando bien en sus primeras semanas en la Academia Militar
Pero estas ayudas no llegan a ser suficientes. Porque esta serie de cambios, como es normal en estas situaciones, ha causado bastante estrés a la joven. No está en su hábitat y no le gusta. De hecho, su madre, la reina Letizia, también estaba en contra de que Leonor se fuera al ejército. Y como su madre, Leonor también lo está pasando mal. Así se lo ha trasladado a su padre entre lágrimas. Felipe, no obstante, le pide que aguante. Él tampoco lo pasó bien en sus primeras semanas de la formación militar, pero con el tiempo se habituó al nuevo día a día.
De hecho, más vale que se habitúe Leonor, pues este año formará parte del ejército de tierra, pero en los próximos años habrá más cambios. En el segundo curso se irá a Pontevedra, donde formará parte del ejército de mar, mientras que el tercer año lo pasará en Murcia, con el ejército de aire.