Más de siete meses hace ya que la princesa Leonor ingresó en la Academia Militar de Zaragoza. Corría el 17 de agosto cuando vimos a la heredera a las puertas del cuartel despidiéndose de sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia, y de su hermana, la infanta Sofía. La joven empezaba una nueva etapa en su camino hacia el trono.
Siguiendo la tradición familiar, Leonor se someterá a una formación militar de tres años, participando en los tres ejércitos: tierra, mar y aire. Este año, se encuentra en la Academia General Militar de Zaragoza. El próximo año, será parte de la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra), embarcándose durante seis meses en el 97º Crucero de Instrucción Juan Sebastián de Elcano. Finalmente, el curso 2025-26 lo pasará en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia).
Letizia no quería que Leonor siguiera formación militar, Felipe VI lo consideraba necesario
Una etapa no deseada por Leonor y que la reina Letizia intentó evitar. A la consorte no le hacía ninguna gracia que, aunque fuera una tradición familiar, su hija vistiera el uniforme de camuflaje y aprendiera a usar armas. Sin embargo, es vista como fundamental por el rey Felipe VI. Principalmente porque este proceso está destinado a prepararla para su futura posición como reina. En él aprendería lo que es la disciplina necesaria para ocupar el cargo que le espera.
Sin embargo, los resultados en este sentido no están siendo los esperados por el monarca. Leonor se ha desatado. Fuera de los muros del cuartel ha conocido lo que es la libertad y vivir lejos del control estricto de sus padres. Las imágenes que han circulado de la princesa, en las que se la veía de fiesta, vapeando y en un estado cuestionable revelan una Leonor desconocida e inesperada para el rey. Y Felipe lleva un mosqueo terrible.
Felipe VI no se esperaba lo que está viendo de Leonor
Este episodio ha desencadenado una fuerte discusión entre padre e hija a la vuelta de esta de Zaragoza con motivo de las vacaciones de Semana Santa, ensombreciendo aún más el ambiente en Zarzuela. Felipe ha dejado claro a Leonor que, como princesa y futura reina, debe dar ejemplo y que su comportamiento actual es inadmisible. No puede dejarse ver en ese estado y realizando actividades impropias de alguien de su estatus. El Jefe de Estado ha expresado su decepción y desesperación al ver que Leonor ha adoptado una actitud rebelde, similar a la de su madre. A sabiendas de que pese a todo no la podrá controlar, le ha exigido que, si decide continuar con este tipo de actividades, al menos lo haga con discreción, ya que está dañando la imagen de la monarquía y lo que representa.