La tensión entre Felipe VI y Letizia ha alcanzado un punto crítico tras los eventos de la última semana en Madrid. El funeral de Juan Gómez-Acebo, celebrado el pasado domingo, fue el detonante de una nueva crisis en la relación de los reyes. La reina Letizia decidió no asistir al acto más íntimo del funeral, que se celebró por la mañana en San Isidro, lo que no pasó desapercibido para el círculo de la familia real y, sobre todo, para su esposo, el rey Felipe VI.

Este acto, al que acudieron importantes miembros de la realeza como los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, además de la infanta Cristina con sus hijos, fue una cita clave para la familia. La ausencia de Letizia fue interpretada como un desplante que generó incomodidad y molestia. Para Felipe VI, esta decisión fue especialmente inapropiada, dado que representaba un momento crucial de unión familiar que requería la presencia de ambos monarcas.

La reina Letizia se rebela tras el ‘pacto de Zarzuela’

Sin embargo, Letizia optó por asistir solo al acto vespertino, más protocolario y abierto, celebrado en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid. Durante esta ceremonia, la distancia entre Felipe y Letizia fue más que evidente. La consorte se mantuvo apartada, evitando interactuar con otros miembros de la familia y manteniendo un aire de frialdad, mientras que Felipe VI también adoptó una actitud distante, reflejando el conflicto que ambos estaban viviendo.

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Este comportamiento ha sido la gota que colmó el vaso para Felipe. Las tensiones entre ambos no son nuevas, pero lo ocurrido la última semana ha puesto en riesgo el delicado equilibrio que habían mantenido como "equipo de trabajo", como lo han descrito fuentes cercanas a la Casa Real. La pareja ha estado enfrentando problemas desde hace años, pero estos últimos acontecimientos han provocado una serie de reproches mutuos dentro de Zarzuela.

La reina Letizia ya no disimula la crisis en el matrimonio

La crisis entre Felipe y Letizia se remonta a hace más de una década, tal y como han afirmado cronistas como Pilar Eyre. Y se ha visto agravada tras las revelaciones recientes sobre las supuestas infidelidades de Letizia, mencionadas por Jaime del Burgo. Aunque fue lo ocurrido la semana pasada lo que ha hecho que el asunto tocara fondo. Nos referimos a la famosa "foto del pacto de Zarzuela", en la que Felipe VI, Elena, Cristina y Sofía aparecían juntos sin Letizia, quien estaba en un acto oficial en los Juegos Paralímpicos de París, dejó a la reina en una posición incómoda. Letizia interpretó esta imagen como una humillación pública, ya que simbolizaba la unidad familiar excluyéndola a ella, algo que ha minado aún más su relación.

Boda Victoria Lopez Quesada y de Borbón Dos Sicilias

La decisión de Letizia de no participar en el evento matutino fue vista como un acto de rebelión frente al protocolo real y, peor aún, una muestra de su distanciamiento del núcleo más cercano de la familia de Felipe VI. Esto ha irritado profundamente al rey, quien considera que su esposa no está cumpliendo con sus deberes de representación de la institución monárquica en momentos claves. La frialdad entre ellos ha dejado claro que, aunque públicamente siguen siendo una pareja, en la intimidad su relación está profundamente deteriorada.

La última semana en Zarzuela ha sido descrita como un infierno, con reproches y una guerra fría entre los reyes. Felipe VI no ha podido contener su frustración ante la actitud de Letizia, y las tensiones han puesto en riesgo su capacidad de seguir funcionando como un "equipo de trabajo" de cara a la galería, algo que habían pactado para evitar rumores de una crisis mayor.