El estado de salud del rey emérito Juan Carlos I se ha convertido en una preocupación constante para la Casa Real. A sus 87 años, el monarca enfrenta un deterioro progresivo que afecta tanto a su movilidad como a sus facultades cognitivas, algo que ha encendido las alarmas en su entorno más cercano.

Pese a su carácter fuerte y su capacidad de sobreponerse a las adversidades, los problemas físicos del emérito han llegado a un punto crítico. La dependencia de una silla de ruedas es ya inevitable, y sus problemas de memoria comienzan a ser evidentes. Este delicado escenario ha llevado a su hijo, el rey Felipe VI, a hacer un seguimiento casi diario de su evolución a través de dos figuras clave: el teniente coronel Vicente García-Mochales, “Mochi”, y el cabo primero Cabello, quienes se han convertido en los principales guardianes del exmonarca.

Juan Carlos y Mochi vestidos igual en Sanxenxo EP
Juan Carlos y Mochi vestidos igual en Sanxenxo / EP

Un equipo de confianza que mantiene informado al rey Felipe VI

Desde su exilio en Abu Dabi, Juan Carlos ha contado con un círculo de confianza que no solo le brinda protección física, sino también acompañamiento emocional. Entre ellos, Mochi y Cabello han asumido un rol crucial, informando regularmente a Felipe VI sobre el estado de su padre. El rey les pregunta casi a diario por el emérito.

Según sus reportes, el emérito ha experimentado episodios de desorientación y olvidos significativos, lo que apunta a un posible inicio de demencia senil. En varias ocasiones, ha tenido dificultades para recordar nombres de personas cercanas y acontecimientos recientes, lo que ha generado preocupación en Zarzuela.

Juan Carlos sonriente en Sanxenxo / EFE
Juan Carlos sonriente en Sanxenxo / EFE

El papel clave de la infanta Elena

Ante estos síntomas, sus escoltas han tenido que dejar a un lado su habitual discreción y dar aviso sobre la necesidad de atención médica especializada. Aunque el rey emérito aún mantiene una rutina activa, sus limitaciones son cada vez más notorias.

Además de Mochi y Cabello, Felipe VI cuenta con otra fuente de información de total confianza: su hermana, la infanta Elena. La primogénita de Juan Carlos siempre ha mantenido una relación estrecha y leal con su padre, siendo su principal apoyo en estos momentos difíciles. Elena Siempre ha sido más del padre, a quien ha apoyado incondicionalmente a pesar de las humillaciones que ha sufrido la reina Sofía por parte de Juan Carlos durante décadas y de sus corruptelas constantes.