Uno de los temas más repetidos en los Borbón es el destino de Juan Carlos I. El pasado 5 de enero el emérito celebró sus 87 años rodeado de amigos y familiares entre los que se encontraban sus hijas, las infantas Elena y Cristina, mientras que Felipe VI fue la gran ausencia. El marido de la reina Sofía sufre algunos problemas de salud, como su deteriorada movilidad. En los últimos años se ha sometido a tratamientos revolucionarios basados en la medicina regenerativa. Sin embargo, debido a su avanzada artrosis, ya no puede mover la pierna izquierda, ya no surten efecto. Los médicos le han comunicado el peor resultado de las pruebas. Deberá terminar sus días en una silla de ruedas, su peor pesadilla. El exmonarca no quiere ser una persona dependiente que esté dando problemas y molestias a sus hijos o a las personas que le rodean.

Juan Carlos en una regata / EFE

Juan Carlos I podría sufrir depresión por esta situación y porque ha aceptado que morirá fuera de España. Una deshonra para la corona. Cristina y Elena cree que aunque el emérito ha cometido errores, es una humillación innecesaria. Su cuerpo sería repatriado a España y ni tan siquiera tendría un funeral de Estado como la reina Isabel II porque él no pertenece a la corona, ni tampoco será enterrado en la cripta real por falta de espacio.

Las dos posibles ubicaciones donde podría ser enterrado Juan Carlos I 

Personas cercanas a los reyes aseguran que hay una especie de pacto no escrito entre ellos para traer de vuelta al emérito. Eso sucederá en el momento en que él no se encuentre bien y deba ser ingresado de urgencia. Ingresará en un hospital español, pero eso será cuando ya les hayan informado que Juan Carlos I no saldrá.

Respecto a su entierro, Felipe VI propone dos opciones para enterrar a su padre. Sin embargo, las infantas Elena y Cristina no están de acuerdo porque saben que a su padre le gustaría enterrarse con sus padres en El Escorial.

Marina Fernández, directora de Comunicación del Grupo Escuela Internacional de Protocolo, ha presentado dos alternativas viables para el lugar de enterramiento de Juan Carlos I. La primera opción es la Catedral de La Almudena, un emblemático punto en Madrid que podría servir como un lugar de despedida acorde a su estatus, donde la familia y el público podrían rendir homenaje a su vida.

La segunda alternativa consiste en habilitar un espacio específico dentro del Palacio Real. Esta opción no solo facilitaría un descanso digno, sino que también mantendría una conexión simbólica con la historia de la monarquía española.

Catedral de la Almudena, Madrid / EFE