Con mucho dolor, Felipe VI se vio en la obligación de alejarse de los Borbón, su propia familia. Cuando estalló el caso Nóos y las polémicas de Juan Carlos I tuvo que tomar medidas desesperadas para salvar la corona y garantizar su reinado y el futuro de Leonor. Aconsejado y casi obligado por Letizia, el actual monarca obligó a su padre a abdicar y retiró todas las funciones institucionales a sus hermanas y sobrinos, así como los sueldos que percibían por parte de los Presupuestos Generales del Estado.

Felipe VI renunció públicamente en 2020 a la herencia de Juan Carlos I que está valorada en dos mil millones de euros. El emérito se ha encargado personalmente en vender sus propiedades en varias partes de España para dejar solo liquidez. No quiere problemas para las infantas Elena y Cristina, que serían las únicas herederas. Aunque el padre de Leonor y Sofía recibiría dinero de su padre a través de la reina Sofía, que es otra de las herederas si muriese más tarde que él.
Felipe VI renuncia a la herencia de Juan Carlos I
El dinero de Juan Carlos I no pasará por las manos de la Hacienda Pública. El emérito lo ha preparado todo para evitar pagar impuestos a sus herederas. Por ello la infanta Cristina continúa residiendo de forma habitual en Ginebra y Froilán ha sido trasladado a Abu Dabi. Ninguno de los dos piensa volver de forma permanente a España hasta que fallezca el exmonarca.
Hace dos años que abandonó el lujoso hotel en el que vivía para instalarse en una mansión con todas las comodidades y preparada para personas con movilidad reducida en la isla de Nurai. La nueva casa se encuentra a tres viviendas de donde estaba la anterior. Es una de las zonas más exclusivas de los Emiratos. Tiene unos 2.000 metros cuadrados, playa privada y helipuerto en la zona. Tal y como ha podido constatar Elcierredigital.com, el precio de compra de este tipo de villas oscila entre 11.000.000 y 15.000.000 euros. Mientras que el alquiler puede variar entre 11.200 euros y 30.000 euros diarios.
Según ‘Elcierredigital’, Juan Carlos I podría donar esta mansión a la Fundación que creó en Abu Dabi hace unos meses y por la que hubo tanta polémica. Así que las herederas universales de esta vivienda serían las infantas Cristina y Elena que figuran como patronato de la fundación.
