El matrimonio real español es una farsa. ¿Sorpresa, verdad? No había pasado nunca. O sí. Felipe VI y Letizia, de tanto querer desmarcarse de Juan Carlos y Sofía, han acabado imitándolos al detalle. La suya es una unión de conveniencia, Cupido hace tiempo que se largó de Zarzuela. No hay cuento de hadas, de príncipes ni princesas. Cuando menos al estilo romántico de las películas de Disney. Jaime del Burgo se ha cargado la magia y ha puesto al descubierto la mentira, la fábula, el vodevil royal español. También ha provocado la grieta definitiva. Cada uno por su lado. O bando, mejor dicho.
Lo que pasa actualmente con la Familia Real tiene su ironía. Hemos pasado meses, años incluso, hablando de dos ramas. La 'A' y la 'B'. La línea divisoria, el emérito. Los que están de su parte, como también de su herencia, y los que no. Es decir, los titulares. Felipe, Letizia, Leonor y Sofía. Un no motivado por una urgencia: salvar la corona. Juan Carlos ha hecho tanto daño a la reputación de la institución, que esta colgaba de un hilo. Por eso la abdicación, por eso el autoexilio, por eso todo lo que se ha explicado desde hace una década. Lo necesitaban lejos para poder asegurar el chiringuito a la heredera. Pues bien, resulta que ahora, con todo el pitote al descubierto, Felipe y Letizia se han inmolado ante sus enemigos, mientras que la ruptura total ha pasado al núcleo duro de la monarquía.
Felipe VI y su mujer hacen vidas separadas. Profesionalmente, pero también a título individual. Sin las hijas en casa y con las tensiones pasando factura, han optado por un armisticio. Agendas laboralesdiferenciadas, con actos conjuntos estrictamente necesarios, y después una costumbre muy reveladora: los fines de semana por libre. El rey esquía más que nunca, se va de comilona con los colegas a pueblos castellanos e incluso se planta en la academia militar de Leonor para hacer una visita sorpresa. La famosa comida del arroz con cosas congeladas en pleno campo de San Gregorio, en Zaragoza, no es un capricho del azar. Tiene mensaje por todos lados. Leonor es Felipe, Felipe es Leonor. Letizia es otra cosa. La corona por encima de la sangre.
Eso con respecto a la futura reina, pero es que acabamos de enterarnos de que el rey repetirá el método con su otra hija, Sofía, a punto de volver de vacaciones del internado de Gales. La sorprendente y mejorable cocinera royal tiene previsto otro plan exclusivo para 2 personas, no caben 3. Y esta tercera es Letizia, nuevamente. La infanta futbolera, según 'Semana', quiere asistir al palco de honor de la final de Copa entre Athletic Club de Bilbao y Real Mallorca, el próximo 6 de abril. Ya lo hizo el año pasado, y Felipe está encantado de repetir otra vez. Además, todo cuadra, porque su mujer pasa bastante del fútbol. De lo que no pasa, sin embargo, es de su hija. Y Felipe será el último que la vea antes su retorno a Gales para reanudar el curso el día 7. El rey está ganando este partido. La herida es cada vez más profunda.