La relación entre Felipe VI y Letizia ha estado llena de discrepancias. Diferencias que, en buena parte, han llevado a la pareja a un punto de no retorno. Se afirma desde muchos círculos que han pactado un cese de convivencia. Y que mientras en público se muestran como un equipo de trabajo unido, en privado hacen cada uno su vida por su cuenta.
Entre las diferencias de la pareja, destacan las que han mantenido sobre el camino que debía seguir la princesa Leonor. Mientras Letizia siempre ha querido que la heredera fuera una mujer culta y estudiada, Felipe consideraba imprescindible que pasara por el ejército. Al fin y al cabo, Leonor está destinada a ser Jefa de Estado, y para ello es necesario tener formación militar. Un paso que la consorte nunca quiso que diera su hija. La batalla, como era de esperar, la ganó el rey.
Felipe y Letizia, diferencia de opiniones con la formación militar de Leonor
Pero Letizia no se quedó de brazos cruzados. Contrariamente a lo que hubiera hecho Felipe, Letizia exigió un control estricto sobre la joven. Pidió informes diarios a los altos cargos de la Academia Militar de Zaragoza y a los de la Escuela Naval de Marín sobre las evoluciones de Leonor. Y también lo exigió a los tripulantes del Juan Sebastián Elcano, donde Leonor lleva más de un mes a bordo y donde pasará los próximos cinco.
De ahí que la consorte fuera una de las primeras en enterarse de la indisposición que sufrió Leonor esta semana y que fue más allá de los mareos y náuseas que ha padecido la princesa desde que empezó la travesía. Leonor habría tenido vómitos y diarreas, poniendo en alerta a los tripulantes, hasta el punto que fue confinada en su camarote y sometida a pruebas a su llegada a Brasil este viernes.
Finalmente, todo fue una falta alarma. Leonor está perfectamente y lista para seguir con la experiencia. Pero ello no ha evitado la reacción de Letizia. Una respuesta al episodio que ha derivado en una discusión con Felipe VI.
Letizia a Brasil y Felipe a Baqueira
Letizia le habría trasladado al rey sus intenciones de volar de urgencia a Brasil para estar al lado de su hija y asistirla en lo que necesitara. Una idea que no gustó en absoluto a Felipe VI, que mostró su reticencia desde el primer momento. El monarca no quiere que Leonor sea vista como una persona débil que necesita el soporte de su madre. Además, considera que si Letizia le salva de todas las papeletas nunca va a espabilar. Discrepancias que terminaron en una nueva discusión en la pareja.
Esta vez, sin embargo, Letizia no dejó que Felipe se saliera con la suya. Y aprovechando el tiempo libre que le ha dejado su agenda, hizo un viaje relámpago a Brasil. Felipe, contrariado por la actitud anárquica de su esposa, decidió mantenerse al margen y siguió con sus planes de irse a esquiar a Baqueira y desconectar del turbulento día a día que se vive constantemente en Zarzuela.