Felipe VI ha sido un monarca que ha luchado por modernizar la monarquía española, buscando acercarse a las nuevas generaciones y fomentar un cambio en la línea de sucesión para permitir que sus hijas puedan heredar el trono. Pero no todo se limita a cambiar lo escrito. También en lo que se refiere a relaciones personales.
Felipe ha sido claro en su deseo de que su hija mayor, la princesa Leonor, no enfrente los mismos obstáculos que él al momento de elegir una pareja. En varias ocasiones, ha expresado que su prioridad es la felicidad de Leonor, más que las convenciones que alguna vez pesaron sobre él. Esta perspectiva refleja una transformación en la manera en que la familia real entiende los compromisos y alianzas matrimoniales, mostrando una apertura hacia el cambio y la aceptación de parejas provenientes de diferentes orígenes, algo que no fue posible durante el reinado de Juan Carlos.
Felipe VI, obligado a romper con el amor de su vida
Cuando Felipe VI eligió casarse con Letizia, enfrentó resistencia dentro de la Casa Real. Su padre, el rey Juan Carlos I, intentó disuadirlo de sus decisiones amorosas y en particular de su relación con Eva Sannum, debido a que ella era una figura mediática y carecía del linaje esperado para un miembro de la familia real. Juan Carlos llegó incluso a involucrar a figuras políticas de alto rango, como Felipe González y José María Aznar, en sus esfuerzos por alejar a Felipe de Sannum. Estas tensiones no solo generaron fricciones entre padre e hijo, sino que llevaron a Felipe a exigir el despido de Fernando Almansa, una figura clave en la Casa Real.
A pesar de estas presiones, Felipe VI mantuvo lazos con varias de sus antiguas parejas, lo que ha generado especulaciones sobre su relación actual con Letizia. En particular, se ha reportado que, al principio de su matrimonio, Felipe continuó teniendo encuentros esporádicos con Sannum, además de otros intercambios amistosos con mujeres con quienes mantuvo relaciones en su juventud.
Felipe VI siempre ha mantenido una relación cordial con sus ex parejas
Lejos de acabar de manera abrupta o conflictiva con sus ex parejas, el rey siempre ha optado por mantener un trato cordial y respetuoso. Este rasgo de Felipe VI podría interpretarse como una muestra de su carácter y de su deseo de conservar amistades del pasado, más allá de los vínculos que actualmente mantiene como jefe de Estado.
Las fuentes que han comentado sobre estos encuentros insisten en que la relación de Felipe con ellas es cordial y sin implicaciones románticas. En muchos sentidos, el rey ha sabido balancear su vida personal con los deberes de su rol como monarca, manteniendo su compromiso con Letizia y al mismo tiempo evitando conflictos con personas significativas de su pasado.