La Corona española siempre ha estado rodeada de opulencia, pero detrás de los majestuosos palacios y los títulos nobiliarios, se esconde un aspecto poco conocido del rey Felipe VI: su papel como inversor en el lucrativo mercado inmobiliario. Según fuentes cercanas, el monarca posee una notable cartera de propiedades en las afueras de Madrid, algunas de las cuales están alquiladas a precios que alcanzan los 2.800 euros mensuales.
Aunque la gestión de Patrimonio Nacional incluye bienes históricos y culturales, los pisos del rey no forman parte de este organismo público, sino que son de su propiedad personal. Dichos apartamentos están ubicados en la Casa de la Reina, un edificio del siglo XVIII que está catalogado como Bien de Interés Cultural. Las opciones van desde amplios apartamentos hasta acogedoras viviendas. Esta actividad inmobiliaria, aparentemente discreta, ha generado ingresos significativos, manteniendo la solvencia del monarca en un momento en el que las finanzas de la realeza están bajo escrutinio público.
Propiedades destacadas en la colección inmobiliaria de Felipe VI
Entre las propiedades más destacadas del hijo de Juan Carlos I se encuentra un piso de 335 metros cuadrados, cuyo alquiler mensual asciende a 2.850 euros. Esta vivienda, situada en un exclusivo enclave con vistas al Real Monasterio, cuenta con seis dormitorios, cuatro baños y amplios espacios de salón y comedor. Su diseño combina la comodidad moderna con un toque de lujo digno de la realeza.
Pero no todo es grandiosidad. También hay pisos más pequeños dentro de su colección inmobiliaria, como uno de 115 metros cuadrados que se alquila por 1.115 euros al mes. Aunque más modesto, este dúplex de dos plantas no deja de ser atractivo por su diseño funcional y moderno. En el otro extremo de la escala está un piso de 78 metros cuadrados, el más pequeño de la cartera. A pesar de su tamaño, no escatima en funcionalidad, con tres habitaciones, una oficina y una terraza. Su alquiler mensual, de 715 euros, lo convierte en una opción más asequible dentro del selecto mercado inmobiliario que maneja Felipe VI. Con opciones para diferentes presupuestos, el monarca parece haber diversificado inteligentemente sus inversiones.
¿Refugio personal o espacio para nuevos amores?
La actividad inmobiliaria de Felipe VI no se limita a la inversión. Fuentes cercanas aseguran que algunos de estos pisos son utilizados ocasionalmente por el monarca como refugios personales. Esto adquiere mayor relevancia ante los crecientes rumores sobre la crisis matrimonial entre Felipe y la reina Letizia. Se especula que los fines de semana, el monarca se retira a uno de estos pisos para desconectarse del protocolo y las responsabilidades que lo rodean .El rumor más explosivo apunta a que estos retiros no son en soledad. Se ha hablado de una presunta nueva relación amorosa del monarca, lo que añade un toque de drama a su vida personal.
En este contexto, estos pisos no solo representan una inversión financiera, sino también un espacio de libertad en un matrimonio que, según los rumores, estaría pasando por su peor momento. Por ahora, Felipe VI sigue manejando con habilidad su faceta de inversor, pero no cabe duda de que este asunto seguirá siendo un tema candente en el debate público. La combinación de lujo, tensiones familiares y rumores románticos tiene todos los ingredientes para mantener a la Casa Real en el foco de atención.