La relación entre Felipe VI y Letizia está tocada y hundida. Hace años que estarían separados, según expertas en Casa Real como Pilar Eyre. Ella asegura que son “un equipo de trabajo”. Se mantienen unidos por el bien de la institución y el futuro de Leonor, pero no hay amor entre ellos, solo un acuerdo. Hace un año que se atreven a mostrarse por libre, pero la verdad es que hace más de una década que estarían separados.
Hace poco más de un año reapareció en la vida de los monarca un fantasma del pasado, Jaime del Burgo, para destapar uno de los mayores secretos de Zarzuela. Según su versión, la reina fue infiel al rey con él durante varios años. Mantuvieron una relación extramatrimonial que se descubrió en 2012, momento en que vivieron una gran crisis matrimonial, que en aquella época se creía que era culpa de la situación de la corona, las polémicas de Juan Carlos I y el caso Nóos, pero también había problemas familiares.
Se plantearon la posibilidad de divorciarse, ya que siempre han apostado por una corona moderna, adaptada a los tiempos, sin embargo finalmente solo cesaron la convivencia siguiendo el ejemplo de Juan Carlos I y la reina Sofía. No era la época más adecuada para romper con el matrimonio en público.
Felipe VI y Letizia negociaron la posibilidad de divorciarse públicamente en 2025, cuando la infanta Sofía cumpliese la mayoría de edad, según Pilar Eyre. A partir de ese momento no perjudicarían a ninguna de sus hijas.
Felipe VI y Letizia llevarían una década separados
Los reyes ya hacen su vida por separado. El monarca reaparece muchos fines de semana en compañía de sus amigos compartiendo sus planes favoritos, esos que odia tanto Letizia. La reina por su parte vacía su agenda institucional y desaparece del mapa. La periodista Laura Rodríguez les ha adjudicado una pareja a cada uno, ambos habrían rehecho sus respectivas vidas.
Felipe VI y Letizia habrían cerrado un acuerdo de divorcio para cuando la infanta Sofía cumpliese la mayoría de edad, aunque no lo hiciesen público. Esto sucederá el próximo 29 de abril. En ese acuerdo de divorcio la monarca viviría como una auténtica reina hasta el fin de sus días. Cobraría un sueldo vitalicio de millones de euros, además dispondría de dos casas, una de invierno y otra de verano, todas ellas con personal de servicio durante todo el año.
La monarca no estaría dispuesta a firmar esas páginas porque no quiere renunciar a su sueño de ser reina. Es una mujer muy ambiciosa y obsesiva y no pienso desvincularse de la institución, aunque intenten hacerlo. En el último año ha perdido mucha fuerza dentro de la corona. Letizia quiere morir como reina. Ejercerá como tal hasta el fin de sus días.
