Felipe y Letizia recrearon aquella fotografía de su primer encuentro, cuando ellos eran los únicos que conocían la relación. Han pasado ya 20 años y el próximo 2024 celebrarán sus dos décadas como casados. Sin embargo, la vida de los reyes no ha sido un camino de rosas, y es que sus compromisos institucionales han desgastado a la pareja. Tienen muchas responsabilidades, pero lo que más les ha herido de guerra es el apellido Borbón. La monarquía española ha estado a un solo paso de desaparecer para siempre, sin embargo la reina actuó rápido y consiguió salvarla, pero no ha sido un trabajo fácil.
A Felipe le costó mucho aceptar desvincularse de su familia. De hecho, prácticamente no se habla con ninguno de ellos. Sus hermanas están muy enfadadas con él por las humillaciones constantes a las que somete a sus padres. Cuando explotó el caso Nóos, Letizia obligó a su marido a hacer abdicar a Juan Carlos. El emérito se marchó por la puerta de atrás envuelto en polémicas. Hace tres años también se le exilió a los Emiratos Árabes.
Letizia asegura su futuro en caso de divorcio
Según Pilar Eyre, todas las discusiones de Felipe y Letizia han sido por culpa de la familia Borbón. La mayor crisis en el matrimonio se vivió en la época del caso Nóos, cuando la corona pendía de un hilo. La reina le echaba las culpas de todo a su marido. La tensión era máxima. De hecho, la asturiana estuvo a punto de divorciarse. Sin embargo, los asesores de Zarzuela actuaron rápido por petición del rey. El monarca le recordó a su mujer las cláusulas que había firmado en las capitulaciones matrimoniales cuando se casaron. En caso de divorcio, no vería más a Leonor y Sofía, las niñas se quedarían en Zarzuela a cargo de Felipe. Lógicamente, la reina no quería perder a sus hijas, así que se replanteó la cuestión y dio una segunda oportunidad a su marido.
Antes de la boda entre Letizia y Felipe, ambos firmaron unas "cláusulas muy concretas" que conformarían el protocolo a seguir si en un futuro se produjese entre ellos una crisis matrimonial que terminase con la relación.
En caso de divorcio, Letizia también quiso asegurarse su futuro. Le gustaría volver a ejercer como periodista, profesión que abandonó al convertirse en princesa de Asturias. David Rocasolano fue el encargado de filtrar este contrato como exabogado de la reina. Se trataba de un dossier con un total de 50 páginas. En caso de divorcio, a la madre de Leonor y Sofía le quedaría una suculenta asignación económica mensual de por vida a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, como madre de la futura Jefa de Estado, Leonor. También dispondrá de dos residencias oficiales, una de verano y otra de invierno, y dispondrá del personal de servicio necesario. No obstante, a día de hoy Letizia aún podría perder la custodia de su hija la infanta Sofía, ya que Leonor es mayor de edad, pero se quedaría a vivir en Zarzuela.