Como ordena la tradición, Felipe VI y Letizia recuperaron su agenda institucional tras el descanso de las vacaciones de Navidad con la Pascua Militar. Este es el segundo año en el que participa Leonor, desde que juró la Constitución ante el rey y prometió cumplir con sus obligaciones institucionales. Es uno de los pocos actos en los que participa durante el año, ya que los monarcas no quieren sobreexponer a sus hijas.
Estas han sido unas Navidades muy familiares. Leonor y Sofía volvieron a casa por Navidad. La infanta una semana antes, porque en Gales tenían las vacaciones invernales. Como también dicta la tradición en la vida privada de los monarcas, el día de Reyes, después de la Pascua Militar y el almuerzo, se cambian sus vestimentas reglamentarias para ir a casa de Jesús Ortiz y Ana Togores, donde se comen el típico roscón de reyes. A diferencia del año pasado, esta vez la infanta Sofía les ha acompañado, saltándose un día de clase.
Allí Letizia se reunió con Telma Ortiz tras los rumores de una mala relación desde que Jaime del Burgo rompió su silencio. La hermana de la reina llegó la primera en compañía de su marido, Robert Gavin. A esta cita también vino Paloma Rocasolano conduciendo su propio coche. Sorprende mucho ya que la madre de la monarca nunca había asistido a esta celebración desde que se divorció de Jesús Ortiz y este se casó con Ana Togores.
Felipe VI estaba muy enfadado con Leonor y Sofía
Unos minutos más tarde llegaron Felipe VI al volante con Letizia de copiloto, y para sorpresa de todos, justo detrás aparecían la princesa Leonor y la infanta Sofía muy sonrientes y elegantes. No estuvieron mucho rato, ya que este martes ambas retomaban su agenda de compromisos académicos. Es probable que en esta ocasión se haya reunido toda la familia para poder despedirse de la princesa. Leonor se embarcará esta semana en el buque escuela Juan Sebastián el Cano y estará seis meses dando la vuelta al mundo. Sus compañeros no regresarán, aunque en su caso tendrá permisos y será trasladada a Madrid cuando se requiera su presencia.
Felipe VI sonrió a la prensa, pero llevaba cara de pocos amigos. El monarca estaba muy enfadado porque cedía de nuevo a las normas de Letizia. Una vez más se reunía toda la familia Ortiz Rocasolano y los Borbón continuaban fragmentados.
Leonor y Sofía han pasado mucho tiempo con sus abuelos maternos, pero muy poco con sus abuelos paternos. De hechos, a Juan Carlos no lo han visto ni un solo día, y la reina Sofía solo un día. Esto ha provocado un enfado en el monarca, que ha reprendido a sus hijas por no acercarse a ver a su abuela Sofía.