A diferencia de Pedro Sánchez, Felipe VI y Letizia estuvieron presentes en la despedida al Papa Francisco el pasado sábado, y eso que el monarca debía coger un vuelo pronto porque tenía que entregar la Copa del Rey esa misma noche en el estadio de La Cartuja, en Sevilla. El funeral a la máxima autoridad de la Iglesia Católica congregó en la Plaza de San Pedro a más de 200.000 personas y a 130 delegaciones oficiales, incluyendo 50 jefes de Estado y 10 monarcas. La representación española estuvo presidida por los reyes, acompañados por las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el ministro Félix Bolaños y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

Aunque en algunos encuentros con el Papa Francisco la reina Letizia se saltó el protocolo luciendo un vestido blanco, en esta ocasión lógicamente apareció con un vestido de riguroso negro de manga larga, mantilla de encaje sin peineta y un broche histórico que pertenecía a la reina Victoria Eugenia.
Pilar Eyre ha sido la primera en analizar la aparición de los monarcas a este acto religioso. "He visto a los reyes Felipe y Letizia muy incómodos y a mí me han hecho sentir también muy incómoda". Para la periodista, los reyes evitaron cualquier contacto con otros mandatarios. Otros monarcas intercambiaban conversaciones entre ellos.
Los monarcas permanecieron sentados al lado del presidente de Estonia y cerca de Donald Trump y Melania Trump. Pilar Eyre cree que el americano ni tan siquiera le debió conocer.
Letizia se saltó el protocolo
Letizia ha recibido numerosas críticas por el gesto de siempre. Ya sabemos que ella es agnóstica. Ni creyente ni practicante. También ha hecho que sus dos hijas no sean religiosas. La corona se ha desvinculado de la religión y la iglesia católica si no llega a ser por la presencia de la reina Sofía. Aunque es la reina consorte de España, la mujer de Felipe VI se salta el protocolo en todos los actos religiosos. Una vez más no se persignó por decisión propia. Una vez más el monarca, que cumplió con todas las normas, tuvo que llamar la atención a su mujer por ese comportamiento. No era el momento adecuado para ello, todas las miradas iban a estar puestos en ellos. Demuestra una falta de modales.
Aunque no hay una norma que las prohíba, Felipe VI y Letizia mostraron en algún momento de la ceremonia sus gafas de sol debido al radiante día que hacía en la Plaza de San Pedro. Parece que no ha estado bien visto. Para muchos es una falta de respeto.
A la Casa Real también se la ha criticado por no dejar que la reina Sofía acuda al funeral del Papa Francisco. Tenía una gran relación con él y es quien de verdad lloró por su fallecimiento. Siempre se ha declarado una mujer profundamente religiosa.
