Cambio de planes en la agenda de Juan Carlos I. Debido al mal tiempo, el emérito no pudo participar en las regatas de Sanxenxo en su última visita a España. La fecha se retrasó hasta el 7 de julio. El barco del exmonarca está inscrito para la competición, y aunque no está confirmada su presencia es probable que quiera participar para entrenarse, ya que en agosto tiene pensado concursar en la copa de vela que se celebrará en Reino Unido.

Nadie esperaba que las elecciones generales, previstas para el mes de diciembre, se iban a adelantar al próximo 23 de julio en plenas vacaciones estivales de los ciudadanos. Juan Carlos tenía pensando regresar a España este verano con motivo de la menor presencia de españoles y medios de comunicación en el territorio. Ahora es Felipe quien habría hablado con él para contarle que es totalmente inviable. No pesa ningún cargo sobre él y no hay ningún motivo para frenarle la entrada, pero su presencia podría enturbiar las cosas ya que de una forma u otra siempre se genera algún revuelo.

Juan Carlos en el avión
Juan Carlos en el avión

Juan Carlos I no quiere entorpecer el reinado de su hijo, pero quiere participar en las regatas de Sanxenxo. Un nuevo pulso entre padre e hijo. Y es que el emérito no piensa por sí solo, está influenciado por otras compañías.

José Manuel Romero asesora al emérito en sus planes 

Más allá de Pedro Campos, en España cuenta con un buen amigo llamada José Manuel Romero, el conde de Fontao y asesor legal del emérito.

El marido de Sofía tiene intenciones de volver a Sanxenxo cuando le plazca porque “está encantado porque le tratan muy bien y sale aplaudido. Su intención es hacer su base en Galicia para participar en el campeonato de regatas, pero se desconoce dónde se va a instalar”.

Juan Carlos en el coche efe
Juan Carlos en el coche efe

Fuentes cercanas al entorno del Emérito señalaban también a elcierredigital.com que “el monarca está inscrito en todas las regatas 6mR que habrá este verano”. Juan Carlos quiere pasar largas temporadas en España, aunque no lo quiere hacer su lugar de residencia, ya que el régimen fiscal de Abu Dabi le beneficia en su patrimonio.

Aunque el conde fue sustituido por Javier Sánchez-Junco Mans, la amistad entre ellos sigue patente desde la década de los 60. Ambos coincidieron estudiando Derecho en la Universidad. Le contrató en 1993 como abogado personal y asesor externo. Su misión era asesorar en los aspectos jurídicos que pudiera precisar la Casa Real.

El abogado le estaría ayudando a regresar a España de manera cómoda y sencilla. Pero Felipe VI vigilaría todos sus pasos y no se lo pondría fácil. Antes de su aparición se le debe consultar.