Un movimiento inaudito en la agenda de Casa Real pone en alerta a todos. La semana pasada se especulaba sobre la salud de Juan Carlos I. El emérito iba a participar en las regatas de Sanxenxo pero finalmente no se presentó, una notable ausencia que se explicó rápidamente, pero no por parte de los interesados. El avión despegó de Abu Dabi, pero no aterrizó en España, sino en Ginebra, donde están los mejores médicos que atienden al padre de Felipe VI con sus problemas de movilidad. Tuvo que programar una visita de urgencia por un notable empeoramiento.
Juan Carlos cumplió 87 años el pasado 5 de enero, celebró su cumpleaños rodeado de amigos y familiares, es la última vez que se le pudo ver en unas imágenes. Es cierto que vive en Abu Dabi de la forma más discreta posible. El emérito oculta un grave problema de salud. La artrosis que padece avanza a pasos agigantados y su pierna izquierda está completamente inmóvil. El tratamiento de medicina regenerativa al que se somete ya no surte efecto. Por ello los médicos le han comunicado que se quedará en una silla de ruedas hasta el fin de sus días, de hecho, ya debería utilizarla pero se niega en rotundo. Siempre ha gozado de inviolabilidad y ha sido todopoderoso, por ello ahora no quieren que le vean como un rey derrotado y totalmente dependiente.
Máxima preocupación por Juan Carlos, todos los hijos vuelan a Ginebra
Desde que ha recibido la noticia el emérito no sale de casa, se encierra en su habitación y no quiere ver a nadie, apenas come. Marta Gayà permanece a su lado, pero ni tan siquiera quiere hablar con ella. La infanta Cristina vive muy cerca y también le visita todos los días, incluso alertó a sus hermanos. La infanta Elena ha estado con él, y, por sorpresa, Felipe VI liberó su agenda de compromisos institucionales y se presentó en Ginebra.
Felipe VI cogió un avión rumbo a Ginebra la madrugada del pasado miércoles por un aviso de urgencia de sus hermanas. El monarca quería conocer la situación de primera mano y aprovechó que ayer era el día del Padre para estar a su lado. Es la primera vez en más de un año que el marido de Letizia desplaza algún compromiso para un acto privado.
Después de esta situación, Cristina y Elena ejercen presión a Felipe VI para que recapacite y piense en traer de vuelta a España a Juan Carlos I. No puede estar viviendo a miles de kilómetros de distancia tal y como se encuentra actualmente. Sería una deshonra que el marido de la reina Sofía muriese solo en Abu Dabi, tanto para él como para la corona. La intención del rey es traer a su padre cuando esté muy enfermo y deba ingresar directamente en un hospital.