El matrimonio de Felipe y Letizia no pasa por su mejor momento, pero tampoco por el peor. Los reyes tocaron fondo como pareja el 6 de diciembre, cuando se hicieron públicos los cuernos que Letizia le había puesto a su marido con Jaime del Burgo durante los años 2010 y 2011. El amante era un amigo íntimo de los príncipes que acabaría siendo su cuñado. El peor momento de un adulterio, de la infidelidad, no es cuando lo conoce el engañado sino cuando todo el mundo lo conoce, cuando la vergüenza es pública y la humillación es mundial. Felipe y Letizia han superado aquella catarsis, el tuit de la pashmina en el WC que vieron 26 millones de personas y todo lo que ha venido después. Han limitado la amenaza Del Burgo, a quien ya todo el mundo tiene como un examante demasiado tocado, y han hecho un reset al matrimonio, unos nuevos votos matrimoniales. En palabras de Pilar Eyre, la experta cronista catalana: "Ahora funcionan como un equipo, pero su vida privada lleva caminos autónomos". No se puede decir más sutil y más claro. Pueden mantener relaciones íntimas fuera del matrimonio siempre que no se sepa. Felipe se ha puesto manos a la obra, es el engañado, y hace meses que los fines de semana los pasa lejos de su mujer. Todos los planes del viernes y domingo, sin Letizia.

Felipe cenando en el Valle de aran, foto exclusiva EN Blau
Felipe cenando en la Vall d'Aran hace unas semanas, foto EN Blau

Durante un montón de fines de semana seguidos, Felipe no tuvo inconveniente al ir dejando pistas, como migas de pan, en forma de fotos con amables vecinos de las localidades que visitaba solo, sin su mujer, recorriendo España, de Soria a Lleida pasando por Huesca, turismo rural o de esquí. Esquí no en seco sino sobre nieve. Ahora la revista Semana destapa que han vuelto los fines de semana sin Letizia y en un rincón lleno de fotógrafos: la boda de Verónica Urquijo, prima de la mujer de Almeida. Se celebró lejos, en un pequeño pueblecito de Soria de 20 habitantes: Hinojosa de la Sierra. Se esperaba la presencia de una royal de la familia Borbón, la novia de Juan Urquijo Irene Urdangarin, que en el último momento declinó la invitación. Pero la revista revela que en su lugar fue su tío, el rey de España: Felipe.

Boda Verónica Urquijo GTRES
Boda Verónica Urquijo-Roberto Truque Salto GTRES

Escribe Semana: "Acudió en solitario, sin la Reina ni sus hijas, la Princesa Leonor ni la Infanta Sofía a esta boda de la alta sociedad, A pesar de que se 'saltó' la ceremonia religiosa que tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en la localidad de Hinojosa de la Sierra, sí que acudió al posterior banquete y fiesta de boda que se celebró en la finca Señorío. Aunque en un principio todas las miradas estaban puestas en la aparición de Irene Urdangarin, actual novia de Juan Urquijo, primo de Verónica, fue el Rey Felipe VI quien sorprendió a los asistentes viendo que su presencia no demostraba ninguna preferencia política. Disfrutó un rato de la fiesta y de la exquisita comida". Felipe no pudo ir a la boda de la otra prima Urquijo con el alcalde porque era la boda del PP. Esta vez también lo era pero sin Feijóo. No es excepcional que Felipe beba alcohol y coma croquetas en bodas pijas madrileñas, como muestra esta foto de un enlace anterior dónde el rey se coló:

Felipe bebe cerveza y come croquetas twitter
Felipe con cerveza y croquetas, twitter
Jaime d eMarichalar Hinojos de la Sierra, GTRES
Jaime de Marichalar en Hinojosa de la Sierra, GTRES

Los novios no permitieron fotos en el interior donde se encontraba Felipe pero en el exterior se pudo fotografiar a un aristócrata venido a menos de Soria: el siempre huraño Jaime de Marichalar, el excuñado del rey Felipe con quien mantiene una mala relación. Se ha escrito mucho sobre la complicidad de Jaime y Letizia porque tienen un enemigo común: la infanta Elena. Jaime perdió todos los privilegios de ser cuñado de Felipe: ni es duque de Lugo ni tiene guardaespaldas ni es royal. Solo camina cojo, patizambo con un palo de caminar que alguien le facilitó. Se encontró con una tensión evidente con Felipe cara a cara en el banquete. Lo que se dijeron queda para la alta aristocracia. Alguna cosa tipo: Qué, otro matrimonio roto en la Casa...