Leonor nunca pensó que esta travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano se le iba a hacer tan cuesta arriba. Debería ser una experiencia muy enriquecedora, pero está siendo un auténtico infierno. Tanto dentro como fuera del barco. La princesa no ha recibido una gran preparación previa a este viaje. Tan solo los tres meses de formación en la Escuela Naval de Marín. Sin embargo, sus compañeros llevan tres años preparando este viaje. Nunca había navegado en un barco de estas características, Letizia tampoco quiso que supiese mucho de navegación, ya que la vela es un deporte que la relaciona con los Borbón, el pasado de la corona. Por ello, los primeros días fueron muy complicados. Más que un proceso de adaptación. Sufrió fuertes mareos y vómitos hasta el punto de confinarse en su camarote y recibir atención médica por deshidratación. Le recetaron biodramina para poder continuar con el viaje. Sufrió el síndrome que se conoce como cinetosis. Fueron tres semanas muy largas porque estuvo 21 días sin poner un pie en tierra. También fueron desastrosas las primeras guardias en cubierta. La joven recibió unos golpes con el oleaje. El mar estaba demasiado embravecido.

A las condiciones marítimas hay que añadirle que cuando pone pies en tierra la vida no mejora. Leonor pierde su intimidad y privacidad y también pone en riesgo a sus compañeros. En la época de Juan Carlos I y Felipe VI era más fácil burlar las cámaras, las pocas que existían, no había tantos medios de comunicación ni personas que pudiesen sacar una fotografía en un segundo con el teléfono móvil y publicarla en redes sociales. En Brasil la fotografiaron con un compañero, que aseguran que sería su nueva pareja, bailando y tomando algo en las fiestas previas a los carnavales. En Uruguay, Casa Real frenó unas fotografías donde la princesa toma el sol en bikini en la playa, algo normal pero que podrían esconder otra cosa. En Chile se han traspasado todos los límites. Se publicaron unas grabaciones de las cámaras de seguridad de un centro comercial vulnerando de esta forma la intimidad y privacidad de la princesa y sus compañeros. Zarzuela denunció.
De Punta Arenas a Valparaíso confinados en sus camarotes
Tras abandonar Punta Arenas con estos escándalos, el buque escuela continúa su trayecto. A finales de semana llegará a Valparaíso, en Chile. Ya ha cruzado el estrecho de Magalles y asegura que ha sido un recorrido muy complicado. Ya en el pacífico no han tenido los fuertes vientos y las corrientes marinas de su parte. El barco se movió demasiado durante la noche del fin de semana y tuvo que confinarse en su camarote. Hacía días que no se mareaba pero ha vuelto a suceder.
