El mundo del fútbol vive unas semanas extrañas: dos finales de Copa del Rey en 15 días. La pandemia tiene la culpa de esta anomalía, claro, como pasa en tantos ámbitos de la vida cotidiana. El estadio de La Cartuja, en Sevilla, es la sede escogida para celebrar ambos partidos. El que ya se ha jugado entre la Real Sociedad y el Athletic Club, con victoria donostiarra por 1 a 0, y la que tendrá lugar entre el mismo equipo de Bilbao y el F.C.Barcelona. Vascos y catalanes monopolizando el trofeo que lleva el nombre del Jefe de Estado, y que en condiciones normales serían un dolor de cabeza y de oídos gigantesco para Felipe VI. Esta vez, sin embargo, se ha salvado: sin público en las gradas, no hay silbidos al himno español. "Algo es algo", habrán pensado en Zarzuela.
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— RFEF (@rfef) April 4, 2021
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La imagen del monarca tieso como un palo escuchando la cancioncilla en un estadio vacío ya es bastante patética, pero el Borbón siempre puede superar la capacidad de sorpresa de sus "súbditos". Haber de soportar un partido entre equipos de aficiones hostiles con su régimen no tiene que ser fácil de digerir, de acuerdo, pero se le supone un mínimo de saber estar y de interés (fingido, sí) por aquello que preside. Y Felipe es experto en muecas y en demostraciones de falta de interés, llegando a menudo al papelón ridículo. Durante la retransmisión, el realizador lo mostró disfrutando del partido a su manera: enganchado al móvil, no sabemos si echando a trabajadores de TVE, jugando al Candy Crush o recibiendo órdenes de Letizia desde el sofá de palacio. Otro momento muy inquietante, sus aplausos al gol de penalti de Miker Oyarzabal: parecía un chiste. Eso sí, durante la entrega de trofeos se tuvo que espabilar: era demasiado emotivo para los txuriurdin, que levantaban la Copa 37 años después y a manos de su capitán, Illarramendi, gravemente lesionado. Tocó hacer comedia, porque la realidad es esta: le importaba un rábano. Lástima que Telecinco no cuelgue el partido en las redes para recordarlo.
Felipe, "calienta que salas" otra vez: de aquí unos días, tienes cita con catalanes y vascos. El móvil, cerca.