Letizia ha presidido un acto oficial en Córdoba y como siempre que visita Andalucía se ha dado un baño de masas. Una imagen que en Catalunya nunca se produce: la reina rodeada de ciudadanos anónimos aplaudiéndola y pidiéndose selfies con el móvil. Espontáneos que la aclaman y fotos de las que gustan a Zarzuela, del pueblo amando a sus reyes. La prensa local ha descrito la fiebre Letizia en la ciudad: Desde las 8:00, un grupo de personas se agolpaba en las vallas que establecían un perímetro de seguridad que rodeaba el Gran Teatro. El objetivo de aquellas pequeñas no era otro que poder ver a la Reina Letizia, que ha presidido el acto central del Tour del Talento Córdoba 2023. Y si la muchedumbre lo permitía, dejar grabado en sus móviles el paseíllo que iba a realizar Su Majestad.". Todos quieren ver a Letizia de cerca, para comprobar si es tan fría, hierática y operada o para olfatear su perfume.
Lo que Letizia no se esperaba es que entre los asistentes habría una mujer que humillaría lo que representa la reina: la monarquía. Y lo ha hecho de la manera más elegante posible, luciendo un vestido que parecía una enorme bandera republicana, con los tres colores de la República española, el morado, el amarillo y el rojo. En España cada vez hay más partidos y ciudadanos que reclaman poder votar monarquía o república en un referéndum, cosa que no se pudo hacer en la Transición ya que según Adolfo Suárez, la república se imponía en las encuestas. Por lo tanto se coló la monarquía en un pack, el de toda la Constitución, y salió que sí a todo. Corona incluida. Qué remedio. Una trampita para endosar la monarquía. Pero ahora, 45 años después, ya son muchos los que quieren un Estado donde todos los ciudadanos sean iguales, cosa que no pasa en la monarquía. Chapeau a la señora, concejala de Podemos:
La portavoz de Podemos en Córdoba con vestido republicano para saludar a la reina Letizia 😂 #powerdressing #protocolo pic.twitter.com/ebwWqeVT1I
— Patrycia Centeno (@PoliticayModa) April 13, 2023
Un diario local ha mostrado la cara de circunstancias de la reina cuando ha tenido que encajar la mano de la señora que le ha plantado la bandera republicana en sus morros. Esta es la foto:
Letizia, hace falta recordarlo, es republicana de corazón. Antes de casarse con el príncipe era atea, proabortista, de izquierdas y republicana. Proviene de una familia que siempre se ha mostrado partidaria de esta forma de organizar un Estado. Del abuelo taxista a la abuela periodista y la madre enfermera. Todos son poco partidarios de la Corona, hasta que no ha habido más remedio que disimular. Lo mismo que ha hecho Letizia con la señora de Podemos: disimular. Lo que representa este vestido es que Felipe y Letizia tendrían que ser ciudadanos como los otros y que quizás les tocaría vivir en el exilio, como el padre y el abuelo Borbón, si los acaban echando por voluntad popular. Letizia detesta el morado.
Letizia también es atea
La reina Letizia tiene una relación particular con la fe católica. Durante una visita a otro pueblo andaluz aparte de baño de multitudes, banderitas españolas y saludar a las instituciones, ponía un pie en una iglesia. Y no cualquiera: la Virgen del Rocío en Almonte, Huelva. La zona cero de los católicos en España. La última vez que puso un pie en una, por|para el funeral de la infanta Pilar, se negó a persignarse, a hacer la señal de la cruz, como sí hizo Felipe. ¿Es atea, agnóstica o católica?
¿Qué ha pasado con el manto de la Virgen? Es tradición besarlo y Felipe lo ha hecho. ¿Con Letizia suenan los flashes, todas las miradas paradas, acerca los labios, qué hará? Este es el vídeo:
Beso y en otra cosa. Letizia es lista, no quiere pitotes. No se ha vestido nunca de flamenca, no va a los toros, pero la virgen es la virgen. ¿Es religiosa Letizia? La respuesta la tiene su primo David Rocasolano en el libro Adiós princesa. Letizia Ortiz no creía en Diez de soltera y abrazó aparentemente la fe católica una vez casada por la iglesia con Felipe. En el libro se publican tres documentos de la clínica donde Letizia abortó un hijo que no quería de una relación anterior a Felipe. Se lo mira de lejos pero pasó.
Su conversión al catolicismo se conoce por un detalle muy revelador. En una conversación con amigos del rey, que sale transcrita en el libro, Letizia emite una opinión sobre el aborto: "Creo que un ser, cualquier ser que te mande Dios, debe ser respetado. Si a mí mañana me hacen una amniocentesis, y descubren que mi niño está mal, es que Dios quiere que ese niño venga así al mundo. Yo no lo dudaría. Lo tendría". Letizia es como el agua: se adapta al recipiente.