La pandemia por el coronavirus ha traído una realidad que tiene pinta de que nos acompañará durante un largo tiempo. Este sábado, el doctor Bonaventura Clotet reconocía en el FAQS de TV3 que nos tendremos que habituar a convivir con mascarillas como mínimo hasta el próximo año. Ahora no es extraño ver a todo el mundo con una puesta todo el día, tapándole la boca y la nariz. Las sonrisas, las caras de tener un mal día, todo ha quedado disimulado detrás de las mascarillas y sólo se nos ven los ojos.
A la princesa Leonor, también. La mayor parte del tiempo la hija mayor de los reyes ha escondido su rictus detrás de una mascarilla. Pero durante este tiempo, y a falta de transformar y modernizar la institución, la que ha cambiado ha sido su boca, cosa que ha pasado desapercibido durante todo este tiempo. Tal como apuntan algunos medios, como Lecturas, la hija de Felipe y Letizia ha aprovechado la pandemia para corregir su expresión bucal, aunque en ningún momento le hemos visto llevar los tradicionales brackets para corregir la (mal)formació de sus dientes.
También apuntan algunos analistas que quizás no se le han notado los aparatos que habría llevado en la boca porque los tendría por la parte interna de los dientes. Sea como sea, hay una cuenta que no pierde hilo con respecto a la familia real que ha puesto sobre la pista de este cambio estético de Leonor.
En la primera imagen se ve perfectamente como Leonor luce una sonrisa irregular que de la noche a la mañana se ha visto corregida en sus últimas apariciones públicas. Según explican, "Los dientes de la princesa de Asturias son muy parecidos a los del rey, teniendo en cuenta como los tenía y como los tiene, lo más probable es que ya los haya corregido con alineadores invisibles". Lo que no se corregirá, por muchos alineadores invisibles que utilicen, es la poca vergüenza de su padre y su abuelo callando y escondiendo los escándalos bajo las alfombras de Zarzuela.