Federico de Dinamarca es el hijo mayor de Margarita II y heredero al trono. Como tal, según rigen las normas implícitas de toda realeza europea, debería tener un comportamiento súper disciplinado, dejando de lado su faceta más "cachonda" en su casa. Eso es lo que se aplican la mayoría de personajes de alto standing de Europa y sus monarquías. Felipe de Bélgica, Alberto de Mónaco, Máxima de Holanda... y, por supuesto, el Rey Felipe VI. Juan Carlos no era tan así, era más como Federico. Juega a otra liga. Es campechano a más no poder el príncipe de Dinamarca. La siguiente imagen os conmoverá:
Y es que así vimos a Su Alteza Real el Príncipe Federico de Dinamarca tirado literalmente por los suelos el pasado 7 de enero. Esta no es una imagen de hace 20 años: como pueden comprobar, el hermano de Joaquín está igual que a día de hoy. Se trata de una cena de gala organizada por el canal de televisión danés DR1, que retransmitía en directo la gala DR Sports 2022, donde el príncipe de Dinamarca tuvo que, a la postre, dar un galardón premiando a la tenista Caroline Wozniacki, una de las estrellas del deporte escandinavo. Antes, por eso, Federico tuvo que seguir las órdenes del maestro de ceremonias, el cantante Benjamin Hav.
El artista llegó al escenario con patinete eléctrico y empezó a liarla. A su tercera canción, empezó a hacer peticiones surrealistas al público. Primero les rogó que, para cantar con él, se agacharan, luego que se arrodillaran, para finalmente acabar haciendo la petición que hizo enloquecer a Federico. Hav ordenó un "todos al suelo", y el futuro rey de Dinamarca, como Macbeth en la obra de William Shakespeare, se revolvió por los suelos cual gusano, algo que nunca veríamos hacer a Felipe de Borbón. Siempre, eso sí, con un humor irradiante y un carisma fuera de órbita. Majestuoso Don Federico.
Le futur roi du Danemark au sol !
— Histoires Royales (@ActusRoyales) January 8, 2023
Le chanteur Benjamin Hav est parvenu à faire se coucher par terre le prince héritier Frederik lors de sa prestation au DR Sportsgalla pic.twitter.com/vcNVepvPHr
Se calman las aguas
Parece que las fiestas de Navidad le han servido a la Casa Real de Dinamarca para que se calmen las aguas después de la tormenta del 2022. Su Majestad La Reina Margarita despojó de los títulos de príncipe a cuatro de sus nietos -Félix, Atenea, Nicolás y Henrik- y eso tuvo una grave repercusión en el seno de su familia. No solo se distanciaron aún más Joaquín y Federico (los dos hijos de Margarita), sino que las nueras también. Mary y Marie nunca han tenido una gran relación, pero el hecho de que sus sobrinos e hijos respectivamente pasaran de ser príncipes a simples duques de Monpezat, hizo que aún se distanciaran más. Por si fuera poco, Nicolás -el clon de Froilán de la Casa Real danesa- tuvo que poner en venta su casa por 620.000 euros visto su "negro futuro". Ahora, unos meses después, todo está más calmadito. Más apaciguado. Más en paz.