El cortejo fúnebre que traslada el cuerpo sin vida del duque de Edimburgo ha arrancado este sábado 17 de abril en el castillo de Windsor en dirección a la capilla de San Jorge, donde se ha oficiado la ceremonia por el consorte de la reina Isabel II, fallecido el pasado día 9 a los 99 años. El vehículo híbrido en el que se traslada el ataúd del príncipe Felipe, un todoterreno Land Rover verde diseñado por él mismo, inició la procesión flanqueado por nueve representantes de diferentes regimientos militares, con los que el esposo de la monarca estuvo vinculado, y seguido por sus cuatro hijos, Carlos, Eduardo, Ana y Andrés.
El hijo primogénito, Carlos, ha encabezado el cortejo con sus hermanos e hijos Guillermo y Enrique, vestidos de civiles con traje oscuro y medallas. Por su parte, la soberana se desplazó en su propio automóvil, un Bentley, junto con una dama de compañía, hacia el templo de estilo gótico, donde la ceremonia ha contado con solo 30 invitados debido a la pandemia aunque se ha difundido en directo por televisión
Carlos de Inglaterra, muy compungido todo el funeral, ha despedido el féretro de su padre, cubierto con su estandarte personal. Descanse en paz.