Leonor continúa inmersa en su formación militar. Ya son más de dos meses de travesía y tres países los que ha visitado. En estos momentos se encuentra en Chile tras pasar por el Estrecho de Magallanes. Ha cambiado el Atlántico por el Pacífico. Ahora llega una parte del camino mucho más calmado que el anterior. Sin duda el inicio de la ruta era el más duro de todos. No solo por un mar embravecido sino por la distancia de un país al otro. De España a Brasil estuvo tres semanas navegando, sin poner un pie en tierra firme, y de Brasil a Uruguay casi tres. Fueron semanas muy complicadas para la hermana de Sofía. A diferencia de sus compañeros ella no tenía una formación previa. Se unió a los alumnos de tercero y solo tuvo unos meses de instrucción en la Escuela Naval de Marín. Su plan de estudios se ha adaptado para que pueda pasar en tres años por los tres ejércitos y recibir las máximas condecoraciones.

Las primeras semanas sufrió fuertes mareos y vómitos que la mantuvieron alejada de las clases unos días. Estuvo confinada en su camarote, incluso tuvo que visitar al equipo médico para que le recetasen biodramina. También sufrió alguna que otra caída por el movimiento de la embarcación y el suelo mojado, especialmente cuando hacía guardias en la cubierta. Esa es la explicación de los moretones que se le vieron en los brazos.
Leonor desconecta en Uruguay tomando el sol en la playa con algunos de sus compañeros
Pero no todo ha sido sufrimiento. Cuando los guardiamarinas llegan a puerto tienen unos días de descanso en los que aprovechan para hacer algunas excursiones y conocer más de cerca el país en el que se encuentren. En Brasil aprovechó para ver las fiestas previas de los carnales y en Uruguay incluso se fue a la playa con unos compañeros. Alquilaron una pequeña embarcación donde tomaron algo en alta mar. También estuvieron en una playa tomando el sol aparentemente desierta.
Aunque Casa Real quiera evitarlo, los paparazzis persiguen cada uno de los movimientos del buque escuela Juan Sebastián Elcano, y por tanto de Leonor. Aparecieron unas fotografías de la princesa en una pequeña lancha, al percatarse del fotógrafo ella se dio la vuelta. Lucía un bañador. Son fotos naturales de una joven divirtiéndose con unos amigos mientras toma el sol en bikini. En esta ocasión ha estado en la playa y con cinco escoltas que no vieron que le tomaban fotos.
Pero lo que se percataron y parece que de momento no verá la luz es que la joven lleva un pequeño tatuaje en su espalda. Al cumplir la mayoría de edad, como muchos jóvenes, se habría hecho este tatuaje. Algo que no gustó a Letizia ni a Felipe, ya que una reina no puede lucir su piel manchada. No obstante es un lugar discreto, es pequeño y nunca aparece en actos institucionales sin su traje chaqueta.
