Felipe Juan Froilán se ha estrellado contra la realidad en Abu Dabi. Bueno, contra su particular realidad, claro. Privilegiado y consentido de cuna, le han permitido hacer todo tipo de fechorías, le han reído las gracias y le han pagado todos los caprichos. A medida que dejaba de ser un niño se descontroló más hasta convertirse en el rey de la disco y el príncipe de los crápulas. Todo muy divertido, muy malote royal, pero peligroso. Porque por muy pijo que sean los ambientes que frecuentaba en el barrio de Salamanca de Madrid, allí también hay riesgos. Y el día menos pensado pasan cosas. Cosas chungas. Tiene la suerte de vivir protegido, pero incluso así su madre Elena se asustó y lo quiso sacar de circulación. Y quién mejor para un trabajo así que el abuelo Juan Carlos, especialista en la materia. Con levantar un teléfono ya lo tenía resuelto. Solo ponía una única condición: que el nieto no molestará en su casa. Y así ha sido: tiene trabajo de millonario sin trabajar, piso de lujo, gastos cubiertos y una vida tranquila. Demasiado tranquila. Este es el problema de la nueva realidad de Pipe.

El choque de pasar 5 noches a la semana cerrando afters a vivir en una jaula de oro y tener trabajo fijo está pasando factura al protagonista de este serial. Desubicado, sin amigos, desconfiado, colgado del móvil a todas horas, mirando partidos de pádel como uno alma errante mientras se come las uñas. Un inadaptado total que solo tiene dinero, pero de habilidades sociales genuinas, pocas. Por eso no conecta con nadie. Pero atención, tenemos gol en Las Gaunas: Froilán ha ligado, ha hecho match, tiene un amigo. Tristón ya no está solo. Con letra pequeña, eso sí.

Froilán comiéndose las uñas en Abu Dabi / Telecinco
Froilán en Abu Dabi / La Sexta

Froilán hace honor a su apellido: su caradura es infinita

Leemos en Monarquía Confidencial la historia de esta relación surgida en los Emiratos Árabes, y la cosa es para subirse por las paredes. La salida de Froilán de España, acosado por peleas con navajas, heridos ensangrentados, desalojos de antros y circulación masiva de drogas a su alrededor, tuvo la coletilla de la cuestión de los guardaespaldas que lo han salvado in situ de problemas mayores. Un servicio de escoltas absolutamente inmerecido, por mucho que sea un nombre top en la línea de sucesión. ¿Por qué se tiene que pagar para proteger a un tarambana? ¿Alguien que no aporta nada positivo ni al país ni a la corona? ¿Alguien del que solo se conocen historias turbias? ¿Alguien que no tiene propósito de enmienda e insiste tozudamente en su comportamiento reprobable? Pues fácil: porque es un Borbón. Y los Borbones, y muchos de aquellos que forman parte de su universo, destacan por su caradura.

Froilán de fiesta / Europa Press

El nuevo amigo de Froilán es uno de sus escoltas, pagados con el dinero de los 'españolitos': escándalo

A medida que íbamos conociendo las nuevas peripecias de la criatura, el debate sobre los escoltas se ponía sobre la mesa. Primero decían que no tenía, pero era mentira. Incluso los propios agentes que lo seguían estaban hasta la coronilla del personaje. Zarzuela ponía en marcha sus tácticas habituales, asegurando que le retiraban el servicio intensivo y pasaban a métodos más discretos y a distancia. Una distancia que ahora es igual a cero, porque la nueva vida de Froilán en Abu Dabi también la hace protegido por 2 escoltas españoles pagados con dinero público. Uno de ellos, precisamente, se ha convertido en el mejor amigo del joven de 24 años. "Es su confidente y está muy cómodo con él". Un amigo de pago y con pistola, como pasa con Iñaki Urdangarin. El caso es que Froi, que gana 6.000 euros mensuales y pronto no tributará en España, sigue chupando de la ubre del Estado.

Froilán y Juan Carlos / Europa Press

Por algo es el nieto favorito de Juan Carlos. Son clones.