Si por norma general las comparaciones son odiosas, hay algunas que rompen todos los esquemas. Tan delirantes que, directamente, pasan a la categoría de chiste. El programa 'Ya es mediodía' se ha pasado toda la emisión de este viernes cebando uno de estos ejercicios a través de un rótulo grotesco. Los protagonistas son dos sobrinos reales que solo se parecen en que caminan sobre dos piernas... y poco más. Froilán y Pablo Urdangarin son dos primos que tienen una relación cordial, pero viven en planetas distantes. El objetivo del programa parecía ser blanquear al hijo tarambana de Elena, desterrado en Abu Dabi y colocado en el mercado laboral por los jeques amigos del abuelo Juan Carlos. La estrategia ha sido tan torpe que el ridículo estaba asegurado, con un espectáculo insuperable e indescriptible. Haremos un esfuerzo, eso sí.
¿Qué decía el mencionado texto que aparecía en pantalla? Pues una sandez como "el juego de Pablo a varias bandas convierte a Froilán en el sobrino bueno". Por si se han perdido algún capítulo del serial royal, sabrán que el Marichalar ha acabado en los Emiratos huyendo de escándalos nocturnos, de peleas, de redadas policiales, de drogas y de navajas. Mientras tanto, el hijo deportista de Iñaki Urdangarin ha ocupado titulares por haber sido descubierto compaginando relaciones amorosas. Tiene 22 años, buena planta y una herencia familiar muy marcada en el ámbito de la infidelidad. Su pecado ha sido mentir a sus conquistas, que finalmente se han enterado de sus tejemanejes por la prensa. Pero vaya, que no ha matado a nadie. Solo que tiene las hormonas en plena ebullición, y punto.
Froilán "cuida de su abuelito, trabaja y se siente útil". Historias para no dormir en Telecinco
El programa ha querido lavarle la cara a Froilán, o vete a saber qué, porque ni el presentador Joaquín Prat ni la mayoría de los tertulianos se lo creían. Han empezado con un "ni Pablo Urdangarin es un ángel, ni Froilán un demonio". La culpa de la prensa para poner etiquetas. Ellos, por cierto, los primeros. Han dado paso a un vídeo con afirmaciones totalmente extraterrestres: "Froilán sube como la espuma. Vive tranquilamente con su abuelito en Abu Dabi". El resto de la locución iba por la misma línea del disparate, pero nada comparable a la carta escondida de la mesa del magazín: el testimonio de Marta López, colaboradora habitual de Mediaset y abogada de las causas más estrafalarias y condenadas al fracaso. "He hablado con su entorno", anunciaba. ¿Qué le han explicado? Fantasía: "Está encantado de la vida en Abu Dabi, trabajando, está tranquilo, le encanta lo que está haciendo (sea lo que sea, que no lo sabe ni él), se siente útil. Está en un momento dulce de su vida". Añadía, además, que gana por goleada a Pablo Urdangarin: "Que no engañe a la gente". Demencial.
'Ya es mediodía' dice que Froilán es currante y Pablo Urdangarin, un caradura. No se lo cree nadie
La charada se ha deshecho como un azucarillo desde el momento que los compañeros de la ex Gran Hermana han empezado a hablar. "¿Si tienes muchas conquistas te conviertes en un demonio, y si tienes trabajo te conviertes en un ángel?", decía Prat. El número 2, Miguel Ángel Nicolás, tiraba de socarronería: "Somos muy veletas". Alba Carrillo: "Le voy a llamar Heidilán en vez de Froilán, por eso de que cuida a su abuelito. Es ridículo". No podemos estar más de acuerdo con la ex de Feliciano López, sin que sirva de precedente, claro. Marta López intentaba defenderse: "Habrá que darle mérito al chaval, hace 15 días mira lo que decíamos". Amiga, y lo seguiremos diciendo: Pablo trabaja, Froilán es un jeta. Así de fácil. Pero vaya, que dejaremos que sea Prat, el amo del cortijo, el que te lo diga más claro: "Está tranquilo y está trabajando. OHHHHHHHH". Nos representa. Eso sí, no hacía falta este espectáculo. O 'Ya es mediodía' es un nuevo programa de humor, o no se dan cuenta de la imagen patética que trasladan con estos planteamientos.
Ni toda la lejía del Golfo Pérsico le puede quitar las manchas al hermano de Victoria Federica (otra que tal). Solo quedará más amarillento.