Tras disfrutar de unos días de vacaciones en España con su familia y amigos, Froilán ha regresado a Abu Dabi, pero no sin dejar una estela de controversias, como venía siendo habitual. Las cámaras captaron su partida en el aeropuerto, donde se le vio visiblemente serio y poco dispuesto a compartir detalles sobre su estancia en su país. Aunque admitió haberse "lo pasado muy bien" en España, evitó hablar sobre las celebraciones de su cumpleaños con su familia y amigos.
El hijo de la Infanta Elena mantuvo su habitual parquedad ante las insistentes preguntas de los reporteros. Cuando se le felicitó por su cumpleaños, el sobrino del rey Felipe respondió con una sonrisa forzada, sin confirmar ni desmentir los rumores de una posible relación con Belén Perea, con quien se le ha relacionado en las últimas semanas. Poco se ha sabido sobre la celebración de su 26 cumpleaños, salvo que se reunió con su abuela, la reina Sofía, en Zarzuela, en una fiesta organizada por ella misma, donde estuvieron presentes algunos de sus primos.
Froilán, de vuelta a Abu Dabi, estrenará nuevo hogar
De regreso a Abu Dabi, Froilán enfrenta una nueva situación. No podrá instalarse en su residencia habitual, ya que no le han renovado el contrato de alquiler. Su estilo de vida desordenado, con demasiados amigos y fiestas constantes, agotó la paciencia de sus vecinos. Este ir y venir de gente ha sido la gota que colmó el vaso, llevándolo al desahucio.
Sin embargo, Froilán ha encontrado rápidamente un nuevo hogar gracias a sus contactos y, especialmente, a la influencia de su abuelo Juan Carlos I. A pesar de estar sin trabajo, el alquiler no es un problema para él, ya que el emérito paga la fiesta. La vida despreocupada de Froilán sigue siendo financiada por su abuelo, lo que le permite mantener su estilo de vida, a pesar de las dificultades que causa a su alrededor.