El servicio de Zarzuela ha tenido que lidiar en varias ocasiones con las reacciones de la reina Sofía, quien no ha dudado en ridiculizar y despreciar al personal cuando considera que algo no se ha hecho a su gusto. Un comportamiento que ha generado incomodidad en su entorno, como cuando ha tirado ropa limpia al suelo por no quedar perfectamente planchada. Este mal carácter parece ser algo heredado dentro de la familia, ya que los guardaespaldas también han tenido que enfrentarse a situaciones similares con la infanta Elena.
Según diversos testimonios, trabajar con la infanta Elena no es una tarea fácil. Su carácter autoritario y su mal genio han hecho que muchos escoltas se muestren reacios a trabajar con ella. Se cuenta que no hay escolta que quiera hacerlo de manera voluntaria, a diferencia de las buenas relaciones que mantienen con otros miembros de la familia real, como Felipe VI, la princesa Leonor, la infanta Sofía. La actitud de la infanta ha generado miedo y desconfianza entre aquellos que deberían protegerla, creando un ambiente de trabajo poco agradable.
Froilán hereda lo peor del carácter de su madre y de su abuela
Sin embargo, el comportamiento difícil de la familia no se detiene en la madre de Froilán, ya que el joven ha causado también serios problemas a su escolta. El descontento entre los guardaespaldas de Froilán es cada vez más palpable, ya que están hartos del joven y sus constantes problemas cada vez que regresa a España.
Los guardaespaldas han tenido que intervenir en múltiples ocasiones para sacarlo de situaciones conflictivas. El joven ha estado involucrado en altercados en discotecas, peleas callejeras e incluso en incidentes en casas privadas. Uno de los más graves fue el que lo llevó a su exilio en Abu Dabi, tras verse envuelto en una pelea con armas blancas y ser desalojado de un after ilegal. Este episodio resultó ser la gota que colmó el vaso para la Casa Real, que decidió alejarlo para evitar más escándalos.
Victoria Federica tampoco se queda corta
El comportamiento de Froilán no solo ha sido irresponsable, sino también despectivo hacia su equipo de seguridad. El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar ha mostrado una actitud de superioridad que ha generado tensiones con quienes lo protegen. Los guardaespaldas, cuyo trabajo es garantizar la seguridad de los miembros de la realeza, no están dispuestos a soportar los desplantes del joven, lo que crea un ambiente de trabajo tenso y poco profesional. Estos comportamientos se han repetido en varias ocasiones, lo que ha agotado la paciencia del equipo de seguridad, que le ha pedido en reiteradas ocasiones que se comporte porque no son niñeras.
Victoria Federica, por su parte, no se queda atrás. En una entrevista en El Hormiguero, la joven intentó mostrar una buena relación con sus guardaespaldas, asegurando que se llevaba muy bien con ellos, incluso saludándolos fuera del ámbito laboral. Sin embargo, esta afirmación ha causado molestia entre los propios guardaespaldas, quienes aseguran que todo lo que dijo Victoria Federica es completamente falso. De hecho, la relación entre ella y el personal de seguridad no es tan cercana como ella quiso hacer creer en público.