Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón. Este es el nombre entero que la infanta Elena y su entonces marido, Jaime de Marichalar, escogieron para su primogénito cuando nació el 17 de julio de 1998, ahora hace 21 años. El nieto mayor de Juan Carlos I celebra hoy su cumpleaños. Con una novedad incluida: una gran lavado de imagen. Desde pequeño, Froilán se ha ganado a pulso la etiqueta de "rebelde". Pero se ha hartado de ello y ahora quiere demostrar que ha cambiado.

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La patada a su prima Victoria López-Quesada en la boda de Felipe y Letizia; el tiro en el pie que se disparó él mismo mientras practicaba con su padre; el ataque violento a su propio primo, Pablo Urdangarin, cuando intentó apuñalarlo con un pincho moruno; su racismo infecto cuando insultó a un chico en la cola de una discoteca al grito de "puto chino"; o sus pésimas notas en la escuela, hecho por el que tripitió 2º de ESO, son sólo algunas de las hazañas más recordadas del sobrino de los reyes de España y que pretende que todo el mundo olvide.

Froilán hace ver ahora que es un chico responsable. De la mano de su novia, la multimillonaria Mar Torres, de la familia de los embutidos El Pozo, estudia Administración y Dirección de Empresas en el College for International Studies de Madrid. Cursa segundo de carrera y por sorprendente que pueda parecer, este año las ha aprobado todas. Sí, el hijo mayor de la infanta Elena intenta que su imagen pública cambie. Aunque todavía se permite a él mismo algunos patinazos, como cuando acudió en febrero a la manifestación españolista de la plaza Colón de Madrid para gritar a favor de Vox rodeado de ultraderechistas.

Ahora, la preocupación de los padres se centra exclusivamente en su hija. Froilán ha sido siempre el gamberro pero hace tiempo que Victoria Federica le ha tomado la delantera. Las broncas públicas con su madre (y también con la prensa) son una constante y sus juergas son de sobra conocidas.

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La pequeña de los Marichalar ha conseguido hacer bueno a su hermano y se ha convertido en la protagonista absoluta (en sentido negativo) de la familia.