Juan Carlos I ha reaparecido en este último año hasta en siete ocasiones, la última visita fue a Madrid con motivo del 60 cumpleaños de la infanta Elena. El emérito muestra un aspecto mucho más juvenil. Ha reducido sus problemas de movilidad gracias a la pérdida de peso que le recomendaba el médico desde hace tiempo. Además, ha contado con la ayuda de sus médicos de confianza para alisar su piel y mostrar otro aspecto. Nadie diría que en tan solo una semana cumplirá 86 años.
Todos se han percatado del importante cambio físico que ha experimentado el padre de Felipe VI en los últimos cuatro años en el exilio. Tal y como relató a Laurence, Juan Carlos ha perdido un total de 12 kilos. "El rey no viste de rey. Ni siquiera lleva camisa. Claramente, el confinamiento ha tenido un impacto en la forma de vestir de todos. Lleva un polo blanco demasiado grande, chaqueta sin mangas, pantalones de lona y zapatillas negras. Podría confundirlo con un turista estadounidense, o un banquero retirado de Manhattan que se encuentra Florida. No sé si su polo es demasiado grande o si ha perdido mucho peso", explica la autora, pero él, algo presumido, se lo confirma: "He perdido 12 kilos”.
A pesar de la pérdida de peso, "el rey ya no tiene la cara hinchada por los medicamentos. Sus manos siguen tan finas y limpias como siempre. Se ve sereno y tiene un rostro sano y ligeramente bronceado. Lo único que me llama la atención son sus ojos. Si antes eran de un azul deslumbrante, ahora sus pupilas están rodeadas de gris claro. El tiempo desvanece los colores. Afortunadamente, su risa infantil, franca, gentil, ilumina la habitación de vez en cuando [...]. Como para señalar que su fuerza vital permanece intacta a pesar de los imprevistos del destino”.
La infanta Elena, muy preocupada por el aspecto poco saludable de Froilán
El exmonarca ha confiado en los mejores profesionales del sector en Abu Dabi. Precisamente, Juan Carlos ha llevado a Froilán con estos especialistas. En sus últimas apariciones ha preocupado mucho a su madre. La infanta Elena le ha visto mucho más gordo, principalmente por su sobrepasado tren de vida. Siempre de fiesta, bebiendo alcohol, sin dormir durante días y sin hacer nada de ejercicio. Además, de alimentarse poco o nada y siempre con comida rápida. Ha engordado más de 10 kilos. En su última aparición pública en el cumpleaños de su madre mostró un aspecto algo más saludable. Es gracias al proceso que ha empezado en los Emiratos Árabes, el mismo tratamiento exclusivo solo para las grandes fortunas al que se sometió su abuelo. Se trata de una clínica privada solo para ricos para desintoxicarse de los malos hábitos.